Cali, octubre 25 de 2025. Actualizado: sábado, octubre 25, 2025 06:39
Por: Rosa María Agudelo Ayerbe
Directora Diario Occidente
“En Cali no hay liderazgo” es una frase que vengo escuchando desde que tengo uso de razón, periodísticamente hablando, o sea hace 33 años.
Un paradigma que he tenido la fortuna de desvirtuar caminando la ciudad, conociendo a sus habitantes y comprobando lo que cada día hacen cientos de personas por su desarrollo y por el bienestar de sus habitantes.
El origen de esa afirmación puede ser que muchos creen que ser líder es ser ultra poderoso, famoso y rutilante. Caudillos de la talla de Galán, empresarios como Bill Gates o alguien parecido a Gandhi. Incluso también miden la capacidad de liderazgo por el éxito y el tamaño de la “hazaña”.
Pero no, en cada persona puede haber un líder, una persona capaz de motivar y de conducir a un grupo hacia el cumplimiento de un objetivo. Contrario a lo que muchos piensan, yo creo que en Cali hay un gran liderazgo.
Empresarial, fundacional, gremial, académico y sobre todo comunitario. Ese último es un liderazgo que yo llamo silencioso, anónimo. Es el liderazgo que ejercen ciudadanos que en sus comunas, barrios o cuadras emprenden cruzadas para sacar adelante importantes proyectos para sus entornos.
La primera vez que evidencié la trascendencia que tiene ese liderazgo fue en el programa “la Toma de las comunas” que adelantamos con el Diario Occidente y el Noticiero del Pacifico hace cerca de 20 años.
Entre el 2000 y el 2005, visitamos cada semana una comuna diferente. Conocí personas maravillosas que hacían labores muy valiosas por su comunidad.
Recuerdo especialmente a una mujer desplazada de Nariño que impulsaba una olla comunitaria en la ribera del río Cauca. Era una olla que se nutría de lo que había en las alacenas de sus vecinos, en la que cocinaban para su cuadra.
A las 10:00 de la mañana se daban cita las mujeres, llegaban con lo que tenían, montaban la olla y entre todas preparaban el almuerzo entre charla y charla.
A las 12:00 iban llegando los miembros de sus familias y uno que otro invitado. Era una época en la que no se hablaba de los comedores comunitarios. ¡Esa mujer me inspiró con su liderazgo!
La Toma de las Comunas la preparábamos con los miembros de las JAL y de las JAC quienes nos ponían en contacto con los más activos de sus vecinos, muchos de ellos tenderos, personajes en los que también encontré líderes innatos.
Así empezó lo que luego dio origen a la red de tenderos del Diario Occidente que llegó a estar compuesta por 14 mil personas. Ellos nos ayudaron a impulsar muchas campañas ciudadanas. Recuerdo especialmente la de “Recicla, todo puede tener otra vida”.
Los tenderos se convirtieron en sus principales maestros del reciclaje. Ellos son referentes en sus comunidades, respetados y queridos.
En tres años de trabajo se logró cambiar la tendencia que tenía la ciudad en el tema, seguimiento que hacíamos con el estudio Cali como vamos.
Durante esa campaña conocí a Espólito Murillo, un reciclador de oficio, experto en el tema cuya causa era que los caleños entendieran la importancia del reciclaje y dignificar la labor del reciclador. ¡Tremendo líder! Un liderazgo totalmente anónimo.
Yo podría decir que, gracias a mi oficio como periodista, no hay semana en la que no conozca una persona con una historia digna de contar, ejemplo de liderazgo.
Algunos todavía piensan en el estallido social del 2021 como lo peor que le ha pasado a Colombia. Yo salí a los bloqueos y a pesar del miedo hice el esfuerzo por conocer a quienes se movilizaron.
El estallido social, gran paradoja, fue para mí otra oportunidad para reconectarme con líderes que construyen ciudad.
En los bloqueos conocí a personas como Andrés López, Ximena Cangrejo, Juana Peláez, Andrés González, Jhon Eyder Viáfara, Cristian Camilo Botina, Yonier Andrés Cuero, el popular “Misterio”, y muchos más. Personas que cuyo principal activo es el deseo de cambiar sus entornos.
Líderes que trabajan sin descanso ni recursos, que vencen el cansancio de nadar contra la corriente y no desfallecen. Ellos, como muchos, son ejemplo de lo que significa poner un granito de arena.
No hay liderazgo sin la capacidad de generar trabajo en equipo y de unir a personas diversas en torno a intereses generales.
Desde el estallido social estos líderes de barrio, incluso de cuadra han sido capaces de trabajar con empresarios, fundaciones y entidades como Compromiso Valle y la Unidad de Acción Vallecaucana. ¿Son cómo el agua y el aceite? Sí, ingredientes básicos para cualquier receta sin importar la característica de la olla.
Hoy empieza nuestra sección “Líderes que construyen ciudad”, una serie que busca visibilizar a esos habitantes de Cali que sin importar su lugar de nacimiento son caleños y que cada día trabajan por hacer de este “territorio” un mejor vividero.
Es una oportunidad de darles las gracias por darnos ejemplo, por inspirarnos y motivarnos a trabajar juntos por esta Cali a la que todos queremos.
Esta serie es un regalo anticipado a nuestra ciudad por su aniversario de fundación y que seguiremos publicando hasta que se nos acaben los líderes lo que significa que será una sección sin fecha de caducidad.
Fin de los artículos
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