Cali, diciembre 7 de 2024. Actualizado: sábado, diciembre 7, 2024 00:11
El papa Francisco se ha encontrado en el centro de una controversia tras un comentario realizado durante la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) la semana pasada, en donde, al parecer, tuvo un lapsus refiriéndose despectivamente a los homosexuales.
En la reunión, celebrada a puertas cerradas en el Vaticano, el pontífice utilizó la palabra coloquial “frociaggine”, que deriva de “frocio”, un término despectivo en italiano para referirse a los homosexuales.
El diario italiano Corriere della Sera recogió este lunes las declaraciones que alertaron a los obispos congregados sobre la “mariconería en los seminarios”.
El comentario del papa Francisco fue recibido con risas de incredulidad por algunos obispos presentes, más que con vergüenza, según informes.
Estos mismos obispos explicaron que el lapsus podría deberse a que el italiano no es la lengua materna del pontífice, lo que podría explicar su desconocimiento sobre lo ofensiva que es esa palabra en italiano.
Sin embargo, el uso de un término tan cargado ha provocado una fuerte reacción en el público y entre activistas LGBTQ+.
El papa Francisco ha sido conocido por su enfoque más acogedor hacia la comunidad LGBTQ+ en comparación con sus predecesores.
Durante su pontificado, ha hecho declaraciones como “¿Quién soy yo para juzgar?” cuando se le preguntó sobre los sacerdotes homosexuales, y ha permitido que los sacerdotes ofrezcan bendiciones informales a parejas del mismo sexo.
Además, una declaración reciente de la Santa Sede, presentada y certificada por el propio papa Francisco, autoriza y argumenta que las parejas del mismo sexo, los matrimonios civiles y las uniones de hecho pueden y deben ser bendecidas por la Iglesia si así lo solicitan.
Algunos defensores del papa argumentan que el comentario fue un lapsus lingüístico más que una declaración de postura.
Señalan que el papa Francisco ha defendido en numerosas ocasiones a las personas homosexuales y con diversidad de género, hasta el punto de avalar el casamiento entre personas del mismo sexo.
No obstante, el uso de la palabra “frociaggine” ha dejado a muchos preguntándose si el pontífice es plenamente consciente del peso y la ofensividad de sus palabras en italiano.
Algunos sugieren que podría haber querido referirse a la “comunidad gay” de una manera menos despectiva, pero que el idioma jugó una mala pasada.
Para muchos, la respuesta a la controversia debería ser una reafirmación del compromiso de la Iglesia con la inclusión y el respeto hacia todos, independientemente de su orientación sexual.
El papa Francisco, de 87 años, conocido por su humildad y su disposición a disculparse, podría considerar emitir una declaración aclaratoria para disipar cualquier malentendido y reafirmar su apoyo a la comunidad LGBTQ+.
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