El miércoles 5 de marzo, el presidente Gustavo Petro se pronunció sobre el paro arrocero que afecta a varias regiones del país.

El sector arrocero, que ha paralizado su actividad en busca de mejores condiciones económicas, exige principalmente un aumento en los pagos por parte de los molineros, lo que permitiría a los productores afrontar los costos del proceso de producción de manera más sostenible.

En su intervención, Petro expresó que el gobierno está comprometido con apoyar a los pequeños y medianos productores de arroz.

El presidente anunció medidas específicas, como la compra de la sobreproducción de arroz por parte del Estado, y destacó la importancia de tecnificar a los productores para mejorar sus condiciones.

“Toda la política pública de mi gobierno está orientada a la ayuda agropecuaria para los medianos y pequeños productores agroalimentarios y campesinos sin tierra. Se comprará directamente a pequeños y medianos arroceros la sobreproducción de arroz y trabajaremos en su organización cooperativa para instalar molinos de su propiedad”, indicó el mandatario.

Este anuncio llega en respuesta a las demandas de los arroceros, quienes han presentado un pliego de ocho puntos, destacando la urgente necesidad de ajustar el precio de compra del arroz y reducir los costos de producción.

Los productores, que ya enfrentan pérdidas millonarias, sostienen que los precios actuales, alrededor de $185.000 por carga, no cubren los costos y exigen un incremento a $220.000.

Según los manifestantes, sin este ajuste, el sector arrocero seguirá atravesando una crisis económica que amenaza la estabilidad de miles de familias rurales.

Efectos graves

En algunas regiones del país, como Tolima, los efectos de la crisis son especialmente graves.

Los productores señalan que las pérdidas pueden superar los $2.000.000 por hectárea cultivada.

La situación también está afectando la seguridad alimentaria en varias zonas del país, lo que ha motivado a los campesinos a intensificar sus movilizaciones.

El paro ha generado bloqueos en diversas vías del país, afectando el transporte y el comercio.

En Tolima, se registraron cierres en puntos clave como el puente de Saldaña y el corregimiento de Gualanday, lo que ha alterado el flujo vehicular y dificultado la circulación de mercancías.

Para mitigar el impacto en el transporte, los manifestantes han permitido la circulación de vehículos en horarios nocturnos.

En Caquetá, por ejemplo, se ha reportado una reducción del 40 % en las salidas de vehículos hacia otras regiones, como Bogotá y Neiva, debido a la incertidumbre en las carreteras.

Las manifestaciones también se han sentido en otras zonas como Córdoba y Huila, donde los productores han cerrado vías importantes como la que conecta Moñitos y San Bernardo del Viento, así como tramos clave en el departamento de Huila.

La presión sobre el Gobierno sigue aumentando, y las autoridades buscan alternativas para restablecer la movilidad y reactivar el comercio.

Carlos Rojas, vocero del gremio, aseguró en una entrevista con La W que, a pesar de las mesas de negociación, no se ha alcanzado ningún acuerdo con el Ministerio de Agricultura.

Rojas advirtió que, si la caída en el precio del arroz continúa, podría haber escasez del producto en el mercado.

Asimismo, solicitó que se investigue si existe una práctica concertada entre la industria para reducir los precios del arroz, lo que ha contribuido a la crisis del sector.

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