Comencemos este párrafo definiendo qué es un empate total: se refiere a una paridad absoluta en cada ítem de la tabla de posiciones, es decir, cuando los cuadros tienen los mismos puntos, igualan goles a favor, recibieron la misma cantidad de goles. Aunque suene a un caso excepcional, este escenario se puede presentar en el grupo B entre España y Portugal.

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En caso tal de que los equipos terminen con el mismo número de puntos, aquí entra a desempatar los goles a favor y goles en contra, dado el caso de que este ítem de desempate sea el mismo, se debe acudir a enfrentamiento directo.

El enfrentamiento directo entre Portugal y España quedó empatado a tres goles, es decir, paridad total. En este escenario empieza a regir el juego limpio. Toman a un jugador de cada equipo y si el futbolista en cuestión recibió una tarjeta amarilla, se le restará un punto a esa selección.

Si el futbolista vio la roja después de dos amarillas, se le quitarán tres puntos. En el hipotético escenario de que el jugador haya visto la roja directa, se restaran cuatro puntos y si vio la amarilla y la roja en el mismo cotejo serán cinco puntos menos.

Dado el escenario absolutamente remoto de que ambas selecciones tengan las mismas tarjetas, la FIFA tendrá que decidir cuál selección avanza mediante un sorteo.

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