El pescado y los mariscos son platos obligados en semana santa. Los feligreses que compran este alimento deberán tener en cuenta estas recomendaciones, pues una mala compra, puede terminar en el hospital.

Mirar los ojos: Los ojos del pescado siempre son sinónimo de su estado. Los ojos hundidos y corrugados, significan que el animal no está fresco, mientras que unos ojos redondos y con brillo, son muestra de que el alimento es apto para el consumo.

Oler: El olor siempre es importante a la hora de comprar mariscos y pescado. Un olor demasiado fuerte y penetrante, puede ser señal de que los alimentos no están en su mejor estado y es mejor no consumirlos de esta manera.

Escamas: Siempre cersiorarse de que las escamas estén pegadas al pescado y que no se desprendan de él fácilmente, si esto llegase a pasar, es un síntoma de que el alimento no está fresco y no es apto para el consumo.

Tienda de confianza: Por último siempre compre en su tienda de confianza y en almacenes de cadena, pues estos establecimientos han sido avalados por la Secretaría de Salud Municipal como lugares aptos para el expendio de este producto.

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