Cali, febrero 1 de 2025. Actualizado: viernes, enero 31, 2025 22:46
El Instituto Nacional de Medicina Legal confirmó la identidad de dos víctimas de desaparición forzada halladas en La Escombrera, en Medellín.
Los cuerpos fueron recuperados durante las excavaciones realizadas por la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, UBPD, el pasado 18 de diciembre de 2024.
Este hallazgo forma parte de las investigaciones enmarcadas en el Subcaso Antioquia del Caso 08, que aborda crímenes cometidos durante el conflicto armado en Colombia.
Los equipos forenses determinaron que los cuerpos corresponden a una joven de 20 años, coordinadora de un grupo juvenil deportivo, y a un hombre de 28 años, vendedor ambulante en condición de discapacidad.
Ninguna de las dos personas tenía antecedentes penales ni vínculos con el conflicto armado, según confirmaron las autoridades.
Las investigaciones indican que los crímenes ocurrieron en 2002, año en el que el Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, tenía una fuerte presencia en la Comuna 13 de Medellín.
La joven desapareció el 30 de julio de 2002 cuando se dirigía a una reunión como parte de sus actividades de liderazgo.
Esa misma noche, fue capturada por miembros de este grupo paramilitar, quienes la trasladaron desde el corregimiento de San Cristóbal hasta La Escombrera, lugar donde posteriormente fue asesinada.
Antes de su muerte, se le permitió hacer una última llamada a su madre, el 31 de julio de 2002.
Luego de este contacto, no se volvió a tener noticias de ella.
Las investigaciones de la Fiscalía señalan que estos hechos ocurrieron en un contexto de violencia generalizada que marcó la operación de múltiples estructuras armadas en el occidente de Medellín.
Por otro lado, el vendedor ambulante desapareció el 13 de octubre de 2002.
Este hombre vivía con sus padres en el barrio Belencito y salía cada mañana a vender productos en las calles.
Padecía epilepsia y una condición de discapacidad que limitaba su movilidad, lo que lo hacía especialmente vulnerable.
Las pruebas recabadas por la JEP señalan que fue capturado por integrantes del Bloque Cacique Nutibara y llevado al mismo lugar.
El sitio donde fueron encontrados los cuerpos fue señalado en múltiples versiones judiciales como un lugar donde se inhumaban clandestinamente los cuerpos de personas desaparecidas durante las operaciones paramilitares en la ciudad.
Según testimonios recopilados en procesos de Justicia y Paz, en La Escombrera podrían encontrarse los restos de más de 500 personas.
La JEP y la UBPD continúan con las excavaciones en La Escombrera, llegando a una profundidad de 15 metros entre toneladas de escombros acumulados durante más de 20 años.
Estos trabajos tienen como objetivo encontrar más víctimas del conflicto armado y garantizar el derecho a la verdad de sus familiares.
Las autoridades confirmaron que estos hallazgos corresponden al periodo 2002-2004, años en los que se registró un alto número de desapariciones forzadas en el sector.
Según las investigaciones, el método de inhumación clandestina fue una práctica utilizada para ocultar los crímenes y evitar el aumento en las cifras oficiales de homicidios en la ciudad.
En una versión judicial de 2013, Diego Fernando Murillo, alias “Don Berna”, señaló que este lugar fue utilizado como un cementerio clandestino durante la guerra.
Las investigaciones indican que, además de La Escombrera, otros lugares como La Arenera, El Cebollal y San Javier La Loma también fueron utilizados para este propósito.
Ante estos hallazgos, la JEP hizo un llamado a los habitantes de Medellín, en especial a los residentes de las Comunas 6, 7 y 13, para que presenten denuncias sobre posibles desapariciones forzadas y entreguen muestras biológicas a la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas o al Instituto Nacional de Medicina Legal.
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