Cali, noviembre 7 de 2024. Actualizado: miércoles, noviembre 6, 2024 23:42
En Coltabaco, la obra “Tejido Social por el Medio Ambiente” resalta como un símbolo de unión y conservación de tradiciones artesanales en el marco de la COP16.
Este monumental tapiz, compuesto por más de 4,800 “grannys” —figuras de crochet individuales— de 10 por 5 metros, es el producto de la dedicación de alrededor de 400 personas de diversas regiones de Colombia.
Esta obra, impulsada por la artista caleña Amelia Rosa Marín, se convierte en un símbolo de la biodiversidad y el compromiso social y medioambiental del país.
Marín destaca que la obra representa un esfuerzo colectivo de personas con diversas condiciones y procedencias, quienes colaboraron con el objetivo de enviar un mensaje de conservación del medio ambiente.
No solo se ha tratado de una muestra de artesanía, sino de una representación de la diversidad cultural de Colombia, en la que las técnicas tradicionales de crochet de las abuelas fueron empleadas para llamar la atención sobre la importancia de preservar la naturaleza.
La obra “Tejido Social” no solo captura la atención de los visitantes por sus colores y detalles, sino por la historia detrás de su creación.
Amelia Marín recuerda el apoyo recibido de diversos sectores, incluyendo un grupo de tejedoras del Meta, quienes también planean realizar una pieza inspirada en el trabajo colaborativo y artístico que representa este tapiz.
Además, Marín destaca la visita del ejército, cuyos integrantes expresaron su interés en colaborar en futuras obras de crochet con fines sociales y ambientales.
Durante el desarrollo de esta iniciativa, la artista enfrentó desafíos significativos, especialmente en el cumplimiento de los tiempos de producción, considerando el volumen y la complejidad de las piezas.
“Fue un reto tejer a tiempo récord las piezas para poder unirlas, pero lo logramos”, afirmó Marín.
Cada hexágono del tapiz fue diseñado en tonos verdes y azules para simbolizar la vegetación y el agua, elementos fundamentales de la biodiversidad colombiana.
Cada persona que se detiene a observar el tapiz en la exposición de Coltabaco queda cautivada por los detalles de las puntadas y la historia detrás de cada una de ellas.
Una de las tejedoras que participó en el proyecto expresó que esta obra resalta el arraigo y el amor de los colombianos por su tierra.
“Sin importar la raza, edad o condición social, todos nos unimos para entregar un mensaje claro de que, juntos, podemos lograr grandes cosas”, señaló.
El tapiz también recuerda a los caleños el papel fundamental de la ciudad como anfitriona de la COP16, donde Colombia ha tenido la oportunidad de resaltar su riqueza en fauna, flora y tradiciones.
Cada hexágono tejido y cada puntada dada es una muestra de que la unidad y la colaboración son esenciales para preservar los recursos naturales del país.
Con el cierre de la COP16, surge la incertidumbre sobre el destino de la obra.
Desde el inicio, Marín y sus colaboradores manifestaron el deseo de que el tapiz sea un regalo para Cali, una obra accesible para todos los ciudadanos.
Esta pieza monumental pretende ser un legado que inspire a las futuras generaciones a continuar cuidando el medio ambiente y valorando las tradiciones artesanales.
La obra “Tejido Social por el Medio Ambiente” representa un patrimonio cultural que la comunidad caleña desea preservar y exhibir en un lugar emblemático de la ciudad, para que su mensaje perdure y siga inspirando a quienes la visiten.
Este llamado es, además, un recordatorio para que las instituciones y organizaciones locales encuentren un espacio adecuado donde esta obra pueda ser vista y apreciada por todos los caleños y visitantes.
Amelia Rosa Marín confía en que este proyecto marcará un antes y un después en la forma en que los ciudadanos y las instituciones valoran el trabajo artesanal y la unidad para impulsar grandes causas.
La artista expresó su gratitud hacia quienes apoyaron la realización de este tapiz y reiteró su compromiso de continuar promoviendo el arte social y ambiental en Colombia.
Rosa María Agudelo, directora del Diario Occidente, también compartió su entusiasmo por el proyecto y destacó la importancia de respaldar estas iniciativas.
“Fue muy placentero apoyar este proyecto del tejido social porque hace parte de nuestro compromiso de impulsar los sueños de todos los ciudadanos”, expresó Agudelo.
Cada detalle de la obra lleva consigo un mensaje de unidad, de aprecio por las técnicas ancestrales y de respeto por el medio ambiente.
La participación de personas de distintas regiones de Colombia y la voluntad de todos los involucrados para realizar este tapiz son fundamentales para mostrar que el país no solo es biodiverso, sino también solidario y comprometido con la protección de su riqueza natural.
Con el cierre de la COP16, la obra “Tejido Social por el Medio Ambiente” busca un nuevo hogar donde continúe difundiendo su mensaje de unidad, sostenibilidad y preservación de las tradiciones artesanales colombianas.
Cali y sus habitantes esperan que el tapiz se mantenga como un símbolo accesible, que perdure y que inspire a más personas a contribuir al cuidado del planeta.
Amelia Marín y sus tejedoras confían en que esta obra sea el inicio de muchos proyectos de tejido social, en los que el arte y la conciencia ambiental continúen uniendo a las comunidades de Colombia.
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