Cali, mayo 18 de 2025. Actualizado: sábado, mayo 17, 2025 00:09
El personero de Cali, Gerardo Mendoza Castrillón, realizó un llamado urgente a reevaluar las condiciones de seguridad en los centros de reclusión de menores de la ciudad, luego de los recientes incidentes en el centro especializado El Buen Pastor.
Este surge tras la fuga de diez menores de edad, un evento que puso en evidencia la falta de garantías necesarias en estos establecimientos.
Mendoza enfatizó que ningún centro de este tipo en la capital del Valle del Cauca ofrece actualmente las condiciones adecuadas de seguridad.
Afirmando que “esta situación requiere que se entre a reevaluar las condiciones que se están presentando al interior de estos centros de atención de menores, de tal manera que habría que entrar a hacer un ajuste pertinente a la custodia de los mismos, a fin de garantizar que los niños, niñas y adolescentes allí recluidos, puedan lograr tener oportunidades de rehabilitación, en marco de una seguridad que debe ofrecer sitios de esta magnitud”
En cuanto a las posibles deficiencias que podrían estar contribuyendo a estos incidentes, el personero señaló que podrían estar relacionadas con el apoyo insuficiente al operador del centro o las condiciones mismas que este ofrece para mantener la seguridad.
El personero recordó que, de acuerdo con la normativa actual, la vigilancia externa de estos centros es responsabilidad de la Policía, mientras que la seguridad interna recae en el operador designado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.
Sin embargo, los recientes eventos plantean la necesidad de revisar cómo se está implementando esta vigilancia y cuáles son los protocolos de seguridad interna que se están siguiendo.
En lo que va del año, se registraron múltiples incidentes de fuga en centros de menores de Cali, incluyendo la reciente fuga de diez menores en El Buen Pastor, de los cuales ocho fueron recapturados hasta el momento.
Mendoza Castrillón subrayó la necesidad de reforzar las capacidades del operador designado por el ICBF para mejorar las condiciones de seguridad interna en estos centros.
Esto incluye la formación adecuada del personal, la implementación de medidas preventivas más efectivas y el establecimiento de protocolos claros para la gestión de crisis como las fugas de menores.
En el contexto actual, donde la rehabilitación y la reinserción social de los menores infractores son objetivos prioritarios, la seguridad en los centros de reclusión juega un papel fundamental.
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