El acuerdo final suscrito entre el Gobierno Nacional y las Farc implica compromisos que van mucho más allá del pago de una renta que recibirán los guerrilleros.

La implementación del tribunal para la paz, con sus respectivas salas, la creación de una unidad de investigación y acusación para esta jurisdicción especial; el diseño e implementación de una reforma al sistema electoral, que está por definirse; la creación de un fondo de tierras, que tendrá carácter permanente y dispondrá de 3 millones de hectáreas durante sus primeros 10 años de creación; así como la formalización de 7 millones de hectáreas rurales y la entrega de subsidios para el campo y para la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, son algunos de los compromisos que el Estado debe financiar para cumplir los acuerdos, por lo que preocupa la viabilidad de su implementación.

Estas son las visiones del tema desde el Sí y el No:

Sí :  “En la guerra se invierte más” Alberto –  Ramos Garbiras 

El catedrático y columnista Alberto Ramos Garbiras, manifestó que son muchas las fuentes financieras que permitirán la implementación de los compromisos del acuerdo de paz de La Habana.

Aunque indicó que no se ha cuantificado los costos del acuerdo, Ramos dijo que “hay varias formas de financiación como los aportes internacionales, organismos multilaterales, recursos de la Nación y el sector privado que debe comprometerse para sacar adelante la reinserción y la implementación”.

Además indicó que se requiere un documento Conpes que lo contenga y que diseñe por lo menos a diez años de inversiones.

Ramos descartó que por razones presupuestales no se puedan implementar los compromisos al recordar que “en la guerra se invierte muchos recursos, sólamente el presidente Uribe en ocho años de los dos gobiernos tuvo que invertir cien billones de pesos y la renta transitoria de dos años que se le da a los guerrilleros sobre la base de un salario mínimo y un porcentaje más que no excede los $800 mil, si suma todo ese gasto y las inversiones para que tengan proyectos productivos inicialmente y transitoriamente durante dos años, eso suma el valor de tres helicópteros black Hawk, tradicionalmente se ha comprado armamento, artillería, avituallamiento”.

El abogado indicó que “la guerra es más costosa que ordenar las actividades que se necesitan para una convivencia normal”.

Así mismo explicó que la implementación del acuerdo “trasciende por lo menos dos gobiernos y los que les resta a los dos años de Santos en cuanto a la proyección de la financiación e implementación”.

Además agregó que “en cuanto a la justicia transicional se habla de seis años, en cuanto a la reconstrucción de la sociedad contando como posconflicto lo que venga de tiempo necesario para que funcione el goce de los derechos sociales, culturales, económicos, colectivos, del medio ambiente y el respeto a los derechos humanos una transición puede demorar hasta 20 años”.

Ramos invitó a votar por “ el sí porque no podemos ser partidarios de una guerra a la paz, esta es una posibilidad, porque la justicia transicional no se la ha inventado Santos sino que existe en varios países se ha aplicado en Sudán, en Suráfrica, en Bosnia Herzegovina, en Angola, en el Congo, Salvador, Uruguay, Argentina”.

Además, indicó Ramos, se recuperaría la economía y el campo.

No : “No hay cálculo de compromisos” – Carlos Holmes Trujillo

Al referirse a la viabilidad financiera de los compromisos adquiridos por el gobierno nacional en los Acuerdos de La Habana, el ex ministro y precandidato a la Presidencia de la República, Carlos Holmes Trujillo, manifestó que “en las circunstancias actuales no se le ve ninguna viabilidad, la situación fiscal del país es muy precaria, salir de esta situación va a tomar varios años.

La gran cantidad de nuevos compromisos que asumió el Gobierno no va a tener el respaldo presupuestal para ser ejecutados. Ese es uno de las grandes incertidumbres si gana el Sí”.

Según el dirigente no hay un cálculo exacto de cuánto pueden costar la implementación de los compromisos, “hay muchas cifras, se desconoce la magnitud de los recursos del presupuesto nacional que se van a requerir y no es sólamente para atender las necesidades actuales del Estado sino para efectos de darle cumplimiento a la gran cantidad de nuevas obligaciones, es uno de los grandes puntos débiles que tiene el acuerdo”.

En ese sentido Holmes indicó que “esa es la razón por la cual invitamos a votar a favor del No con el fin de reajustar dichos acuerdos para avanzar en la construcción de la paz estable y duradera que todos queremos”.

Según reiteró el dirigente vallecaucano, el Gobierno no tiene fuente de recursos y las obligaciones adquiridas son tan numerosa que son difíciles de cumplir.

Por eso, Holmes afirmó que los compromisos deben ser de parte y parte “sobre todo en la reparación de víctimas, el Estado tiene unas obligaciones pero aquí está asumiendo además de las propias una cantidad de obligaciones nuevas y en lo que tiene que ver con la reparación a las víctimas, las Farc no están asumiendo ningún compromiso, todo eso lo asume el Estado y esa plata va a salir del bolsillo de los colombianos.

Por eso insisto a las Farc la entrega de recursos para financiar con eso programas de reparación a las víctimas”.

Según afirmó Holmes “lo que viene es una reforma tributaria para tapar un hueco y después vendrán otras reformas tributarias para buscar más recursos con el fin de cumplir con los compromisos que el Gobierno adquirió con las Farc”.

El ex ministro agregó que el cumplimiento de los acuerdos “involucraría muchos gobiernos en adelante que van a tener que avanzar con la implementación de este acuerdo y eso va a conducir a una democracia debilitada porque buena parte de los planes de desarrollo de los próximos presidentes queda definido por Timochenko y Santos”.

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