Cali, abril 13 de 2025. Actualizado: sábado, abril 12, 2025 00:02
Las relaciones de pareja deberían ser un espacio de amor, confianza y estabilidad, pero para algunas personas, el drama parece ser una constante.
Si bien los conflictos son naturales, hay quienes los generan o atraen de manera recurrente, convirtiendo cualquier relación en un torbellino emocional.
¿Por qué sucede esto? Aquí exploramos las razones detrás de este comportamiento y cómo manejarlo.
Desde pequeños, las personas aprenden a relacionarse observando a sus figuras de referencia. Si crecieron en un hogar donde las discusiones, el caos o la manipulación eran frecuentes, es posible que reproduzcan estas dinámicas en sus relaciones adultas.
El drama puede parecerles una forma natural de interactuar y, sin él, pueden sentir que falta algo en la relación.
Paradójicamente, algunas personas se sienten incómodas cuando una relación es demasiado tranquila. Esto ocurre porque asocian la paz con el aburrimiento o con la falta de interés.
Para evitarlo, pueden provocar conflictos innecesarios, buscando emoción a través del drama.
Las personas con baja autoestima pueden generar situaciones dramáticas para llamar la atención de su pareja. A través de peleas, celos o discusiones exageradas, buscan reafirmar su importancia en la relación.
En muchos casos, temen ser abandonadas y utilizan el conflicto como un mecanismo para obtener constantes muestras de afecto.
El drama genera una montaña rusa emocional que algunas personas encuentran adictiva. La adrenalina de una discusión intensa, seguida de la reconciliación apasionada, puede volverse un ciclo difícil de romper.
En estos casos, el drama se convierte en una fuente de estímulo y refuerzo emocional.
Quienes no saben expresar sus emociones de manera saludable pueden recurrir al drama para ser escuchados. En lugar de dialogar de forma asertiva, recurren a gritos, acusaciones o chantajes emocionales.
La falta de habilidades comunicativas hace que cualquier desacuerdo se convierta en un problema mayor de lo necesario.
Algunas personas con rasgos narcisistas o histriónicos disfrutan siendo el centro de atención, incluso si eso significa generar conflictos. Para ellas, las emociones extremas refuerzan su sensación de importancia y poder dentro de la relación.
Si te identificas con este patrón o estás en una relación con alguien que lo genera, hay maneras de reducir el drama:
Si el drama es constante en tu relación, quizás sea momento de reflexionar sobre si es saludable seguir en ella. La estabilidad y la paz no significan falta de amor, sino una conexión más madura y genuina.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
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