Con la llegada del Covid-19, muchos trabajadores empezaron a sufrir de estrés, conllevando a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ubique como una enfermedad laboral.

Según cifras globales, cerca de 6.500 personas reportan sufrir de alguna enfermedad laboral en el mundo.

En Colombia, actualmente el 33% de los trabajadores sufren de estrés, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Salud y Trabajo en el Sistema General de Riesgos Laborales. Además, el país se ubica en los primeros puestos del ranking de países con más personas sufriendo de estrés laboral.

“El porcentaje de empleados por región que dijeron sentirse extremadamente, muy o algo estresados a diario es: A nivel global (50%), Latinoamérica (56%) y Colombia (57%)”, según la firma Mercer-Marsh.

A su vez, el 54% de las personas encuestadas indicaron que es menos probable que abandonen la empresa que brinda acompañamiento a la salud mental en comparación y solo el 34% dijo que no abandonarán.

Ana María Herazo, directora en Talengo, firma global de búsqueda de directivos y consultoría de liderazgo, explica el estrés laboral como una respuesta de miedo, coordinada para protegernos contra los peligros de nuestro entorno.

Principales causas del estrés

– Carga laboral muy alta

– Poca independencia y autonomía en las labores diseñadas para el cargo

– Salario no acorde con las responsabilidades

– Falta de comunicación entre compañeros de trabajo

– Injusticia o falta de respeto

– Falta de coincidencia entre el lugar de trabajo y los valores personales

– Presión laboral.

Algunas personas prosperan bajo presión y hacen su mejor trabajo con una fecha límite inminente, otras en cambio, encuentran este tipo de desafíos muy estresantes, afectando así su salud mental.

“Con el tiempo, el estrés laboral lleva a problemas de salud física y mental, afectando además la productividad laboral de forma negativa, la cultura de la empresa y la capacidad de una organización para cumplir sus objetivos. Esto hace que los empleados sean más propensos a errores, bajo rendimiento laboral, problemas de salud mental, agotamiento y conflictos.”, afirma Herazo.

Consecuencias del estrés

Vale la pena resaltar que si no se aborda el estrés laboral oportunamente, las organizaciones son quienes asumirán su costo, por el valor que conlleva la rotación, la desconexión y el ausentismo, ya que la productividad depende de las habilidades de gestión del tiempo de los empleados y de su capacidad para concentrarse en la tarea en cuestión. Desafortunadamente, los colaboradores con estrés pueden:

– No cumplir con los plazos y utilizar su creatividad

– Desencadenar otros problemas de salud mental que afectan la productividad laboral, incluidos el agotamiento, la ansiedad, la depresión y los conflictos.

– Comunicación ineficaz que puede causar conflictos en el lugar de trabajo

Por esta razón, se recomienda al equipo de RRHH evaluar qué beneficios tienen implementados para apoyar a los empleados a abordar el estrés laboral.

Si ya tiene una iniciativa de bienestar, considere cómo puede expandir su programa existente para incorporar la salud mental.

Foto Pexels

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