Cali, enero 16 de 2025. Actualizado: miércoles, enero 15, 2025 21:16
El ejercicio físico es clave para mantener una vida saludable, pero cuando se convierte en una obsesión, puede ser perjudicial. La adicción al ejercicio, también conocida como sobreentrenamiento compulsivo, es un trastorno que afecta tanto el cuerpo como la mente, llevando a problemas físicos, emocionales y sociales.
Descubre los riesgos asociados y cómo encontrar el equilibrio adecuado.
La adicción al ejercicio ocurre cuando una persona siente una necesidad incontrolable de entrenar, incluso a costa de su salud o vida social.
Aunque mantenerse activo es positivo, entrenar en exceso puede generar más daño que beneficios.
Este comportamiento suele estar relacionado con trastornos de la imagen corporal o ansiedad, y afecta tanto a deportistas profesionales como a aficionados.
El sobreentrenamiento afecta al cuerpo de varias maneras:
1. Lesiones musculares y articulares: La falta de descanso impide la recuperación, lo que aumenta el riesgo de lesiones como tendinitis, esguinces o fracturas por estrés.
2. Problemas cardiovasculares: Aunque el ejercicio fortalece el corazón, un entrenamiento extremo puede causar arritmias, hipertensión y estrés en el sistema cardiovascular.
3. Debilitamiento del sistema inmunológico: El cuerpo pierde la capacidad de combatir enfermedades, aumentando la vulnerabilidad a infecciones.
4. Desequilibrio hormonal: En mujeres, puede causar amenorrea (ausencia de menstruación), mientras que en hombres disminuye los niveles de testosterona.
5. Impacto emocional: La adicción al ejercicio puede generar ansiedad, irritabilidad y aislamiento social.
– Sentimiento de culpa por no entrenar.
– Ejercicio incluso estando lesionado o enfermo.
– Cambios en la dieta para sostener el entrenamiento excesivo.
– Priorizar el ejercicio sobre el trabajo, la familia o las amistades.
1. Establece metas realistas: Define objetivos alcanzables que no dependan únicamente del aspecto físico.
2.Descanso y recuperación: Incluye días de descanso en tu rutina semanal para permitir que tu cuerpo se recupere.
3. Varía tus actividades: Alterna diferentes tipos de ejercicio para evitar la monotonía y reducir el impacto repetitivo en las mismas áreas del cuerpo.
4. Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor o fatiga extrema, detente y consulta a un médico o entrenador.
5. Busca apoyo profesional: Si el ejercicio domina tu vida, un psicólogo especializado puede ayudarte a gestionar la obsesión.
Un enfoque equilibrado al ejercicio mejora la salud física y mental, previene lesiones y permite disfrutar de una vida social activa.
Entrenar de manera consciente te ayudará a mantener tu bienestar general a largo plazo.
Reconocer las señales de sobreentrenamiento y tomar medidas para equilibrar tu rutina es clave para disfrutar de los beneficios del ejercicio sin perjudicar tu bienestar.
Recuerda: más no siempre es mejor. Escucha a tu cuerpo, prioriza el descanso y busca ayuda si lo necesitas.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
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