Cali, noviembre 21 de 2025. Actualizado: viernes, noviembre 21, 2025 19:15
Un reciente estudio publicado en Nature Medicine por neurólogos de la Universidad de Pensilvania ha revelado que la tirzepatida, uno de los nuevos medicamentos para adelgazar, inhibe la actividad neuronal en el núcleo accumbens, región cerebral clave en la sensación de recompensa y adicción.
Esta investigación constituye la primera observación directa en humanos de cómo estos compuestos actúan sobre las redes del placer que impulsan los antojos y los atracones.
Los científicos contaron con la excepcional oportunidad de monitorear la actividad eléctrica del cerebro en cuatro pacientes con obesidad y trastorno por atracón durante la implantación de electrodos.
Una de las voluntarias recibía tratamiento con tirzepatida, lo que permitió comparar sus señales neuronales con las de los otros tres participantes no medicados.
El trastorno por atracón es una condición en la que la persona come grandes cantidades de alimentos en poco tiempo, con sensación de pérdida de control y dificultad para detenerse, incluso sin hambre física.
Estos episodios suelen generar culpa, angustia y malestar, y se relacionan con ciclos de restricción y ansiedad que pueden impulsar el aumento de peso y complicar el manejo de la obesidad.
Comprender cómo estos fármacos alteran la interacción entre los sistemas de motivación y saciedad abre la puerta a terapias más eficaces para los trastornos de la conducta alimentaria.
El mecanismo de la tirzepatida se fundamenta en imitar a dos hormonas intestinales, el GLP-1 y el GIP, que regulan la secreción de insulina y envían al cerebro la señal de saciedad.
Andreea Ciudin, coordinadora de la unidad de obesidad del Hospital Vall d’Hebron, señala que “la unión de ambos efectos crea un compuesto dual más potente que la semaglutida, elevando la pérdida de peso promedio del 15 % al 22 %”.
Hasta la fecha, estudios en animales y análisis observacionales en humanos sugerían una posible influencia de estos fármacos sobre los circuitos del placer, pero sin demostrar causalidad.
El trabajo actual, al registrar directamente la actividad delta-theta en el núcleo accumbens, confirma que la tirzepatida suprime las ondas asociadas a los antojos, traduciéndose en menos episodios de atracón y pérdida de peso.
El trastorno por atracón, reconocido como enfermedad mental desde 2013 y que afecta a cerca del 3 % de la población adulta en España, podría beneficiarse de estos hallazgos.
Ciudin anticipa que “esta aproximación podría revolucionar el tratamiento de las conductas compulsivas y las adicciones al abordar la raíz biológica de los impulsos”.
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