Cali, marzo 26 de 2025. Actualizado: martes, marzo 25, 2025 23:08
La salud cardíaca en los perros es un aspecto crucial pero a menudo pasado por alto en el cuidado de nuestras mascotas.
Las enfermedades cardíacas en los perros pueden ser devastadoras y, a menudo, sus síntomas son silenciosos o se confunden con otros problemas de salud.
Las enfermedades cardíacas en los perros pueden clasificarse en dos categorías principales: congénitas y adquiridas.
Las enfermedades cardíacas congénitas están presentes desde el nacimiento y pueden incluir defectos como la estenosis pulmonar o la persistencia del conducto arterioso.
Las enfermedades cardíacas adquiridas, por otro lado, se desarrollan a lo largo de la vida del perro y pueden incluir afecciones como la enfermedad valvular crónica y la miocardiopatía dilatada.
Los perros son expertos en ocultar sus dolencias, y las enfermedades cardíacas no son una excepción.
Los síntomas pueden ser sutiles y fáciles de pasar por alto. Aquí hay algunos signos silenciosos que podrían indicar problemas cardíacos:
Si tu perro muestra una disminución en su nivel de actividad normal, se cansa fácilmente o parece letárgico, podría ser un indicio de problemas cardíacos.
Estos síntomas a menudo se atribuyen al envejecimiento o a la falta de ejercicio, pero en realidad pueden estar relacionados con la disminución del flujo sanguíneo y la oxigenación.
Una tos persistente, especialmente si ocurre en la noche o después de que el perro ha estado acostado, puede ser un síntoma de insuficiencia cardíaca congestiva.
Esta tos se debe a la acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar) o a la presión sobre la tráquea causada por un corazón agrandado.
La disnea (dificultad para respirar) o la respiración rápida y superficial puede indicar un problema cardíaco.
Los perros pueden parecer que están jadeando constantemente o tener dificultad para respirar incluso cuando están en reposo.
La acumulación de líquido en el abdomen, conocida como ascitis, puede ser un signo de insuficiencia cardíaca derecha.
Esto puede hacer que el abdomen del perro se vea hinchado o distendido.
La anorexia (falta de apetito) y la pérdida de peso inexplicables pueden ser síntomas de enfermedad cardíaca.
La mala circulación y el mal funcionamiento de los órganos pueden afectar el apetito y la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes.
Episodios de desmayo o colapso, aunque menos comunes, pueden ser indicativos de arritmias cardíacas o insuficiencia cardíaca avanzada.
Estos eventos pueden ocurrir durante el ejercicio o el esfuerzo físico.
Si sospechas que tu perro puede tener una enfermedad cardíaca, es crucial buscar atención veterinaria de inmediato.
El diagnóstico de las enfermedades cardíacas en los perros generalmente incluye una combinación de historial clínico, examen físico y pruebas diagnósticas avanzadas, como radiografías, electrocardiogramas (ECG), ecocardiogramas y análisis de sangre.
El tratamiento de la enfermedad cardíaca en perros depende del tipo y la gravedad de la afección. Puede incluir: Medicamentos, dieta, ejercicio controlado.
Prevenir la enfermedad cardíaca en los perros no siempre es posible, especialmente en casos de afecciones congénitas.
Sin embargo, mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo y mejorar la prognosis en perros con predisposición a enfermedades cardíacas.
Aquí hay algunos consejos:
Proporciona una dieta equilibrada y nutritiva, y evita el exceso de sal.
Mantén a tu perro en un peso saludable para reducir la carga sobre su corazón.
Asegúrate de que tu perro haga ejercicio regularmente, pero sin excesos.
Las revisiones periódicas pueden ayudar a detectar problemas cardíacos en etapas tempranas y gestionar cualquier condición existente de manera efectiva.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.
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