Algunas veces un perro puede accidentalmente estar expuesto durante un largo período al extremo frío y puede sufrir congelamiento.

Los cachorros, los perros geriátricos, los perros enfermos o aquellos que están fatigados o hambrientos, corren más riesgo.

Los signos de congelación son:

• Tejidos enrojecidos
• Tejidos blancos o grisáceos
• Evidencia de shock, escamosidad de la piel
• Posible caída de tejido de superficie.

Por los anteriores síntomas, nunca se debe hacer lo siguiente:

• Los tejidos congelados nunca deben masajearse o frotarse.
• Debe prevenirse la mutilación propia del área.

Siempre es necesario un tratamiento veterinario rápido. Si esto no es posible debe calentarse el área afectada rápidamente sumergiendo en agua tibia (no uses agua caliente) o usando toallas tibias húmedas que se cambien frecuentemente.

Tan pronto como los tejidos afectados se pongan rojos detén el calentamiento. Suavemente seca los tejidos afectados, cúbrelos con una venda limpia seca y no adherente. Los tejidos congelados son susceptibles a repetir dicho estado.

Cuida a tu perro

La congelación ocurre rara vez en los perros saludables y bien alimentados. Es crítico que los perros expuestos a temperaturas ambiente bajas durante largos períodos de tiempo sean alimentados con suficiente comida como para que puedan producir calor corporal y mantener la temperatura normal.

Con información de Purina.com.co

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