El municipio de Palmira cerró oficialmente el Plan Desarme, una estrategia liderada por la Secretaría de Seguridad y Convivencia en articulación con la Policía Nacional, el Ejército, la Pastoral Social y comedores comunitarios.

La iniciativa combinó operativos contra la criminalidad con acciones pedagógicas orientadas a la infancia, bajo el mensaje de que los juguetes bélicos no deben normalizarse como parte del juego.

En el componente operativo, las autoridades incautaron 20 armas de fuego ilegales, más de 50 armas cortopunzantes y 200 juguetes bélicos entregados voluntariamente por menores de edad.

Estas acciones se tradujeron en la reducción de lesiones personales en un 5% y del hurto en sus diferentes modalidades en un 35%.

El secretario de Seguridad, Carlos Antonio Ardila, destacó que “gracias al trabajo articulado con la Fuerza Pública y demás entidades estamos mostrando resultados porque con voluntad todo es posible”.

El eje central del plan fue preventivo: se promovió que niños y adolescentes intercambiaran juguetes bélicos por balones o libros, reforzando la idea de que la seguridad inicia en el hogar y en la formación en valores.

El teniente coronel Pedro Ariel Leguizamón, comandante del Batallón de Ingenieros de Combate Nº3, afirmó que “al cambiar un arma de juguete por un balón o un libro estamos asegurando que las futuras generaciones crezcan libres de violencia”.

Voces desde la comunidad

El Plan Desarme contó con respaldo de líderes locales. Luz del Carmen Valencia, de la Gobernación del Valle, subrayó la importancia de que “los niños entiendan que los juguetes bélicos no se utilizan, que son juegos que dañan a la sociedad”.

William Restrepo, dirigente de la barra “Palmira La 21”, señaló que la estrategia tiene un fuerte impacto social y familiar, invitando a los padres a enfocar a sus hijos en el estudio, la cultura y el deporte.

Desde la Pastoral Social, el padre Arturo Arrieta, en mensaje enviado desde Roma, destacó que el plan “va más allá de lo operativo: está sembrando valores y sana convivencia en el corazón de nuestros niños, niñas y adolescentes”.

La presidenta del Concejo Municipal, Catalina Isaza, sumó su respaldo asegurando que “Entrega un arma, desarma un problema es una estrategia que contribuye de manera significativa al tejido social”.

La Alcaldía de Palmira enfatizó que la seguridad se construye con firmeza operativa y educación en valores. La concejala Isaza recordó que “los niños son el futuro de nuestra ciudad. Solo si sembramos en ellos buenas prácticas, educación, deporte y cultura construiremos una Palmira muchísimo mejor”.

El cierre del plan se realizó en el marco del Día Internacional de la No Violencia, reforzando el mensaje de que la convivencia pacífica es un camino que se empieza en la infancia.

La estrategia dejó un precedente: la seguridad no es solo responsabilidad de la Fuerza Pública, sino un compromiso colectivo que involucra familias, comunidad y Estado.

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