Cali, marzo 28 de 2024. Actualizado: jueves, marzo 28, 2024 00:21
Un 30 por ciento de los pacientes que llegan a consulta al Instituto de niños ciegos y sordos del Valle del Cauca tienen pérdida auditiva. Una estadística preocupante si se tiene en cuenta que ésta discapacidad podría ser prevenida y que el déficit auditivo impone una enorme carga social y económica.
“La pérdida auditiva es una de las discapacidades más frecuentes en el mundo y a menudo se refiere a ella como una discapacidad oculta. La Organización Mundial de la Salud estima que en el año 2013 existían en el mundo 360 millones de personas con déficit auditivo discapacitante, 328 millones adultos y 32 millones niños” aseguró Adriana Zapata, otorrinolaringóloga del Instituto para niños ciegos y sordos del Valle del Cauca.
En Colombia se calcula que una de cada 3 personas mayores de 65 años tiene pérdida auditiva. Existen diferentes grados de pérdida auditiva, leve, moderada, severa y profunda. Afecta a uno o ambos oídos y la discapacidad es proporcional al grado de pérdida auditiva.
En el paciente con déficit auditivo su discapacidad se ve reflejada en la dificultad para la comunicación, se vuelve incomoda la convivencia por que pone el televisor o el radio a volúmenes altos, no entiende cuando se le habla o entiende otra cosa, hay que repetirle lo que se le dice, habla fuerte, manifiestan que escuchan ruidos en los oídos que los alteran; todo esto hace que las personas empiecen a aislarse con las implicaciones emocionales, sicológicas y familiares que conlleva, aseguró Zapata.
En los niños las implicaciones son más graves, porque no desarrollan lenguaje, no se pueden comunicar adecuadamente. Como existen muchas creencias al respecto del desarrollo del lenguaje en los niños algunas veces el diagnóstico es tardío y la rehabilitación es más difícil. Para Adriana Zapata es indispensable trabajar sobre los 4 puntos, en prevención, diagnóstico temprano, ayudas auditivas y rehabilitación.
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