Mientras el Comité Regional Indígena del Cauca, Cric, responsabilizó de la muerte del docente indígena en Inzá, José Emanuel Oca Cuspián, a las disidencias de las Farc comandadas por “Iván Mordisco”, Indepaz anunció que con su muerte ya son 154 los lideres asesinados en Colombia en lo que va del 2024.

El Cric rechazó el asesinato del también guarda indígena y exigió en un comunicado “a los grupos armados, que se retiren inmediatamente de los territorios indígenas y que cesen los hechos de violencia que colocan en riesgo la vida, el territorio y el gobierno propio de nuestros pueblos indígenas”.

Así mismo, solicito “a las entidades competentes, el esclarecimiento de estos hechos, para que, en el marco de la Jurisdicción Especial Indígena, este asesinato no quede en la impunidad. De igual manera, que se brinden las garantías de seguridad y protección tanto individual como colectiva, ante los hechos denunciados”.

Según informaron las autoridades, la víctima fue atacada por hombres armados en la vereda Lomitas cerca del casco urbano del municipio de Inzá, en el oriente del departamento del Cauca cuando se desplazaba en su motocicleta y fue increpado por un hombre armado.

De acuerdo con la denuncia de la Asociación de Cabildos de Inzá, la víctima, que fungía como profesor de la Institución Educativa Yuc Kwet Zuun, fue hallada en medio de la carretera con varios impactos de bala, mientras que su motocicleta fue hurtada.

Las autoridades indígenas manifestaron que Oca Cuspián era docente, líder social, artesano, guardia indígena y defensor de la vida y el territorio indígena Nasa y había denunciado amenazas y persecuciones fue atribuido a la columna Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc.

La Asociación señaló que lo que está ocurriendo en el departamento contra líderes indígenas es un “verdadero exterminio”.

Por su parte, Leonardo González, coordinador de Indepaz dijo que “exigimos a los grupos armados respetar la integridad de quienes defienden la vida y el territorio”.

Indepaz manifestó que “nos solidarizamos con la familia de José Manuel, los miembros de su comunidad y la organización indígena del departamento del Cauca. Exigimos a los grupos armados respetar la integridad de quienes defienden la vida y el territorio. El Estado debe adelantar acciones urgentes de protección para las comunidades étnicas e investigar, juzgar y sancionar a los autores materiales e intelectuales de estos crímenes”.

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