En una operación conjunta que duró más de dos meses de labores de inteligencia, el Ejército Nacional logró desarticular una red de minería ilegal que operaba en el norte del Cauca y que estaría al servicio del Bloque Occidental Jacobo Arenas, una de las estructuras de las disidencias de las Farc.

La intervención, desarrollada en el marco del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho Plus, permitió el desmantelamiento de seis unidades de producción minera ilegal en zona rural del municipio de Santander de Quilichao.

Las tropas de la Vigésima Novena Brigada, con apoyo del Grupo de Caballería Liviano N.° 8 y de la Policía Nacional, destruyeron de manera controlada 16 motores, dos taladros y una electrobomba utilizadas para la extracción ilícita de oro y otros materiales.

Finanzas

Según informó el teniente coronel Mario Alberto Celis, comandante del Batallón de Montaña N.° 8, este resultado “afecta de forma directa las finanzas del GAO-r Estructura Jaime Martínez, que obtenía cerca de 180 mil millones de pesos mensuales producto de la explotación ilícita de yacimientos mineros en el norte del Cauca”.

Estos recursos eran empleados para financiar las actividades delictivas y armadas del grupo, así como para mantener su influencia coercitiva sobre las comunidades locales.

Además del impacto económico, la operación tuvo un efecto positivo en materia ambiental. Las autoridades estiman que la intervención permitió frenar el deterioro progresivo de siete hectáreas afectadas por la minería ilegal, donde se había generado una remoción de 53.500 metros cúbicos de suelo y la tala de aproximadamente 2.000 árboles.

La recuperación natural de la zona tendría un costo cercano a los 850 millones de pesos y podría tardar más de 30 años.

El Ejército Nacional reafirmó su compromiso con la protección del medioambiente, la preservación de los recursos naturales y la seguridad de las comunidades, invitando a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con la explotación ilícita de minerales.

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