La postulación del senador Iván Marulanda, de la Alianza Verde, a la Presidencia del Senado, tiene preocupada a la coalición mayoritaria y al Gobierno Nacional…

Si bien los partidos que establecieron un acuerdo para la alternancia de las presidencias de Senado y Cámara durante el periodo 2018 – 2022 tienen los votos suficientes para elegir presidente a Arturo Char, de Cambio Radical, colectividad a la que le corresponde la Presidencia del Senado, según lo que se pactó, la candidatura de Iván Marulanda está tomando fuerza en los sectores de opinión…

Y si bien los sectores de opinión no son los que eligen a los miembros de la mesa directiva del Senado, sino los senadores, el proceso puede socavar aún más la débil imagen del legislativo.

Como el nombre de Arturo Char está vinculado al escándalo de Aida Merlano -sin que se haya probado nada en su contra hasta el momento-, y el clan al que pertenece viene siendo duramente cuestionado desde hace varios meses, le montaron una campaña de contraste con Iván Marulanda, quien hizo política junto a Luis Carlos Galán, ahora es el único senador del fajardismo y goza de muy buen nombre.

La campaña de Marulanda habla de la “reivindicación del Congreso” y de un “Congreso digno”…

Por el momento la candidatura del Senador de la Alianza Verde suma pocos votos, es posible que otros sectores de la oposición lo respalden, pero, para que pueda darle la pelea al Senador de Cambio Radical, necesitaría el respaldo de otros sectores.

Lo peligroso para la coalición mayoritaria, más que perder la Presidencia del Senado, es que el nuevo presidente llegue ya con la imagen desgastada el 20 de julio y su elección se convierta en un argumento que los partidos alternativos capitalicen para las elecciones legislativas y presidenciales del 2022.

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