Gustavo Álvarez Gardeazábal

La crónica de Gardeazábal

Tapen, tapen, sigan tapando

Gustavo Álvarez Gardeazábal

¿Cuál es el interés de seguir patrocinando los viajes de pasajeros en aviones si está siendo demostrado que el covid viaja en las cabinas de esos aviones? Y, ¿ por qué no nos dicen la verdad sobre el misterio de los contratos de la adquisición de las vacunas y los impedimentos legales que se tienen para poderlos finiquitar?

No estoy ni exagerando ni generando el pánico, estoy protestando porque siguen utilizando el tape-tapen regidos con el criterio cruel y despiadado del obeso perverso de que para salvar el turismo y las aerolíneas no importa que se mueran varios miles más de covid o que las vacunas se demoren mientras encuentran al vendedor que tercerice la compra y así poder saltar el obstáculo santanderista que una ley de la nación les pone.

Ya sabíamos que montarse en un ascensor con más de 6 personas es un riesgo aunque los 6 ocupantes lleven tapabocas. Conque hablen basta para que los aerosoles dispersen el bicho. Lo mismo pensábamos de los aviones y mucho mas cuando por no cerrar El Dorado en marzo y permitirle a Avianca una ayudita, dejaron entrar la avalancha de covid.

Lo volvimos a temer cuando el juez obligó a que se exigiera certificado de PCR a todos los viajeros del exterior y no le obedecieron. Pero el martes, cuando la vertical Secretaria de Salud de Valle, la doctora Lesmes dijo que “en pruebas realizadas el día anterior a 42 pasajeros de avión que llegaron a Cali, uno de cada ocho, dio positivo”, el pánico comenzó a correr y, obviamente, los medios y el gobernante a esconder, a tapara, tapar y seguir tapando la noticia.

De la misma manera se sabe ya que los contratos para la compra de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca no se han podido firmar porque los jurídicos de la Casa de Nariño y de la Contraloría no han encontrado como derogar las disposiciones contenidas en la ley 2014 del año 2019 y el decreto 1358 que la reglamentó prohibiendo que el estado colombiano firme contratos con empresas extranjeras que hayan sido sancionadas en alguna parte del mundo por corrupción.

Y como entre ellas están las dos que ofrecen la vacuna, si van y firman hasta el Contralor los puede sancionar aunque use la pereirana formulita del tapen-tapen de decir que dizque hay confidencialidad exigida por los vendedores. Es decir que están buscando un tercero que les revenda la vacuna al estado colombiano.

¿Entendieron mis lectores y oyentes por qué estamos como estamos y esto se va a poner peor?

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