El mal estado de las carreteras y los bloqueos recurrentes en las vías afectan gravemente la rentabilidad del gremio transportador en Colombia, llevando a muchos camioneros a enfrentar pérdidas constantes. Lamentablemente, estos puntos no fueron abordados durante las negociaciones para levantar el paro de la semana pasada.

Uno de los sectores más golpeados es el de los transportadores de carga, que, además de lidiar con altos costos de operación, debe hacer frente a las difíciles condiciones de infraestructura y los constantes taponamientos que interrumpen sus rutas.

Un claro ejemplo es la carretera Panamericana, entre Cali y Popayán, un trayecto de apenas 137 kilómetros que, en teoría, debería recorrerse en poco más de dos horas.

Sin embargo, en 2023 tuvo 25 bloqueos, y en lo que va de 2024, ya se han registrado más de 40. A este ritmo, es probable que el número de cierres al final del año se haya duplicado, lo que genera un impacto devastador para los transportadores que quedan atrapados por días en la carretera, sin poder cumplir sus compromisos ni generar ingresos.

El incremento de los bloqueos bajo el gobierno del presidente Gustavo Petro ha exacerbado esta crisis, afectando no solo a los transportadores, sino también a la competitividad del país.

Cuando un camión queda inmovilizado durante varios días, las pérdidas no solo son económicas, sino que también repercuten en la cadena logística, afectando a las empresas que dependen de la entrega oportuna de mercancías.

La solución a la crisis del transporte no pasa solo por regular los precios del ACPM. Es necesario mejorar la infraestructura vial y tomar medidas contundentes para evitar los bloqueos que paralizan al país.

Solo así se podrá garantizar la rentabilidad de los transportadores y contribuir al crecimiento de la economía nacional.

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