A medida que calienta motores la campaña para las elecciones legislativas de 2026, en el Valle del Cauca comenzamos a presenciar un fenómeno lamentablemente común: el aumento de noticias falsas y ataques infundados contra servidores públicos.

En particular, en Cali y el Valle es evidente que muchos de los señalamientos contra el alcalde Alejandro Eder y la gobernadora Dilian Francisca Toro tienen tras de sí proyectos electorales que buscan fortalecerse a costa de tratar de debilitar la imagen de los mandatarios.

Conforme se intensifica la campaña, el tono de los ataques se eleva. Esta situación obliga a los ciudadanos a ser especialmente cautelosos y a distinguir entre denuncias serias y aquellas que sólo buscan generar publicidad para posicionarse políticamente.

No se trata de blindar a los mandatarios ante las críticas; de hecho, la crítica es necesaria y saludable para la democracia, pero siempre y cuando sea bien intencionada y constructiva, orientada a corregir errores y mejorar la gestión pública.

En épocas de campaña, proliferan denuncias de todo tipo. Es crucial evitar caer en la trampa de la información falsa, que busca generar indignación ciudadana para luego capitalizarla políticamente.

Las redes sociales, en particular, se han convertido en un caldo de cultivo para la desinformación. Aquí, noticias sin verificar se comparten y multiplican, posicionando mentiras como verdades absolutas.

Por esto, los ciudadanos deben estar atentos y no convertirse en “idiotas útiles” que contribuyan a la difusión de falsedades.

¿Cómo evitarlo? Verificando la información en fuentes oficiales y medios serios. Es imprescindible contrastar las noticias antes de compartirlas.

Bienvenidas las denuncias fundamentadas, con pruebas y que realmente evidencien y frenen posibles irregularidades.
La pasada campaña presidencial demostró cómo se puede exacerbar la indignación pública y capitalizarlo electoralmente. No se puede permitir que la historia se repita.

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