La escasez de vacunas contra el covid-19 que se presenta en Colombia, cuando ni siquiera la tercera parte de la población requerida para alcanzar la inmunidad de rebaño tiene su esquema completo, puso al descubierto graves errores en el proceso de inmunización.

El principal error está en caer en la tentación de presentar resutados mediáticos en un asunto tan delicado como el proceso de vacunación para enfrentar una pandemia; sin completar las dos dosis en todos los grupos de edad que están por encima de los 30 años, el Ministerio de Salud abrió la aplicación de los biológicos para la población más joven, con lo que aumentó la cobertura de personas con una dosis, pero se quedó sin disponibilidad para garantizar la segunda, lo que pone en riesgo la efectividad de las vacunas para aquellas personas a las que se les pase el tiempo de la segunda dosis.

Por eso hay que tener cuidado al leer las cifras de la vacunación; es un error decir que hay 36 millones de colombianos vacunados, pues así sólo puede considerarse a quienes tienen su esquema completo, es decir, que ya recibieron las dos dosis o fueron inmunizados con la vacuna de Janssen, que no requiere segunda aplicación. Así, aunque en Colombia se han aplicado 36 millones de dosis, sólo hay 15 millones de personas realmente inmunizadas.

Las vacunas por llegar al país, que según información oficial serían cerca de cinco millones durante el presente mes, deben utilizarse para completar el esquema a quienes están pendientes de la segunda dosis.

Avanzar en primeras dosis sin garantizar las segundas sólo servirá para crear una falsa sensación de inmunidad que llevará a los colombianos a relajarse frente al virus y, por lo tanto, a expónerse más.

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