La llegada de otro fin de semana con puente festivo trae de nuevo la tensión por el comportamiento ciudadano. El antecedente del pasado fin de semana en Cali no es el mejor, pese al riesgo de contraer el covid-19, en varios puntos de la ciudad hubo concentraciones de personas, algunas masivas, desconociendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

Aunque hay quienes tratan de capitalizar el tema políticamente, es injusto responsabilizar a las autoridades por el comportamiento de quienes no acatan las medidas preventivas frente al coronavirus. Resulta imposible poner un policía en cada esquina y ni siquiera la militarización, que podría tener una mayor disuasión, evitaría completamente las rumbas.

Por eso, ante la imposibilidad de vigilar la conducta de cada ciudadano, es necesario apelar a la responsabilidad ciudadana e insistir al máximo en recordar que a cada persona le asiste una competencia tanto individual como colectiva en la prevención del covid-19. Cuando alguien se expone al contagio, no sólo pone en riesgo su salud, también expone a su entorno inmediato, a su familia y amigos. Eso parece ser algo que muchos caleños no han comprendido aún. También es necesario recordar que la mayoría de quienes se contagian con el nuevo coronavirus no presentan ningún síntoma, pero sí pueden transmitirlo a otras personas que pueden desarrollar la enfermedad e incluso morir.

Mientras no haya una vacuna o se reduzcan los contagios al mínimo, los mecanismos más efectivos de protección frente a este virus seguirán siendo el aislamiento social y los protocolos de bioseguridad, como el uso del tapabocas y la higiene. En Cali y en Colombia, en general, estamos avanzando hacia el pico de contagios, por lo tanto, cada vez se hace más necesario extremar los cuidados, algo que es una responsabilidad de cada persona.

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