Cali, junio 3 de 2023. Actualizado: viernes, junio 2, 2023 21:38
La designación del nuevo ministro de Defensa representa un gran reto para el presidente de la República, Iván Duque, pues se requiere una figura con la credibilidad y la autoridad necesarias para el desafío que debe afrontar esta cartera en el momento que atraviesa el país.
Se equivocan quienes han reducido el debate a si el reemplazo de Guillermo Botero debe ser un uribista pura sangre o no, cuando más importante que eso es su perfil. La experiencia en temas de seguridad es clave, a un cargo tan importante no se puede llegar a aprender, y menos cuando el país tiene mas de 200 mil hectáreas de coca y las agrupaciones ilegales que buscan controlar el narcotráfico están en aumento.
En ese sentido, se requiere que al Ministerio de Defensa llegue una cabeza que sepa qué hacer, que tenga el respeto de los militares y también de la clase política.
Desafíos como el departamento del Cauca, que es disputado a sangre y fuego por grupos armados dedicados al narcotráfico, requieren un personaje de peso, que indistintamente de su origen político, sea respetado por unos y por otros, pues la lucha contra el crimen es un propósito en el que el país debe unirse, sin distintos ideológicos.
El país necesita un ministro de Defensa que reconozca la realidad de la seguridad, que no trate de negarla, sino que haga el máximo esfuerzo para mejorarla. Ahí es clave un funcionario que trabaje de la mano con alcaldes y gobernadores, pues los municipios y los departamentos no están en capacidad de combatir solos la criminalidad.
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