Cali, diciembre 2 de 2023. Actualizado: sábado, diciembre 2, 2023 01:31
La reunión entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe es, sin duda, un mensaje positivo para un país que continúa enfrascado en la polarización y en el que muchos de sus ciudadanos tienen una venda ideológica que no les permite ver más allá de sus pasiones políticas.
Petro y Uribe son los símbolos de la polarización, pues representan esas dos visiones contrapuestas de país y es en torno a sus figuras que se mueven los extremos políticos. Es tal el nivel de odios y amores que despiertan que entre los seguidores de uno y otro se han dado manifestaciones de inconformidad por este encuentro.
Pero lo cierto es que la reunión entre las cabezas de la izquierda y la derecha encierra un mensaje de respeto entre diferentes, también de reconciliación y de convivencia pacífica, y si ellos, que se han batido en la contienda política por años, son capaces de reconocerse mutuamente y dialogar de manera civilizada, ¿por qué los ciudadanos no?
Colombia es una democracia y ello implica que se debe convivir con las ideas contrarias y respetar a quienes las profesan; las diferencias no tienen por qué hacerlos enemigos y, por más opuestas que sean sus ideologías, siempre deben buscar puntos comunes para lograr acuerdos sobre lo fundamental.
El mensaje de Petro y Uribe es claro: no es necesario estar de acuerdo en todo para coincidir en unos puntos básicos que permitan la convivencia pacífica y la estabilidad política.
La oposición debe ser racional y constructiva, y el gobierno debe respetar la crítica y tomar en cuenta las visiones diferentes para mejorar y/o corregir su rumbo.
Ojalá así lo entienda el país y el mensaje enviado por Petro y Uribe contribuya a bajar las tensiones.
Foto: Presidencia de la República
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