Cali, febrero 13 de 2025. Actualizado: miércoles, febrero 12, 2025 23:26
Ojalá el tiempo de reflexión de la Semana Santa haya servido para pensar un nuevo país.
Después de la pausa de la Semana Santa, tiempo reflexión, se celebra la resurrección de Cristo como símbolo de esperanza, de vida renovada, que traducido a la realidad colombiana es la esperanza de que el país resucite, supere los problemas que frenan su desarrollo y renazca.
Uno de esos problemas es el conflicto armado, que durante ya casi seis décadas ha dejado muerte y dolor, con graves consecuencias también en el ámbito económico. Ojalá la pausa de la Semana Santa haya servido para la reflexión de los negociadores del proceso de paz, para que brille la sensatez y se posibilite un acuerdo pronto y en términos aceptables de justicia para que no haya más dilaciones.
Pero además de la desmovilización de los actores armados ilegales, ese nuevo país requiere una nueva forma de ver y de manejar lo público, pues así como la guerrilla ha causado grave daño desde la ilegalidad, desde la “legalidad” también hay actores que se le han atravesado al desarrollo de Colombia: los corruptos, que están enquistados hasta en las más altas esferas del Estado, como lo demuestra la crisis de la justicia.
Si aquí se lograra que cada peso del erario se invirtiera respondiendo a los criterios de competitividad y equidad; si cada cargo público fuera asignado con criterio de capacidad, y si la justicia respondiera exclusivamente a la aplicación del derecho y al respeto por la Constitución Nacional, tendríamos otro país, una Colombia resurrecta lista para escribir una nueva historia.
Esa nueva historia, precisamente, puede empezar a escribirse desde la iniciativa ciudadana con las decisiones que se tomen este año en la urnas. El fin de la Semana Santa marca la entrada de la campaña política en una fase de definiciones en la que ojalá los ciudadanos estén dispuestos a participar para elegir por fin gente nueva que vea lo público como una oportunidad de desarrollo para todos y no de enriquecimiento personal.
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