Cali, febrero 13 de 2025. Actualizado: miércoles, febrero 12, 2025 23:26
El caso del supuesto ladrón que fue agredido por un grupo de ciclistas en la vía al mar amerita mucho más que el refuerzo de las medidas de seguridad en la vía los martes, jueves y sábados, anunciado por la Policía Metropolitana de Cali.
El hecho ocurrió la semana pasada, cuando un grupo de deportistas linchó a un sujeto que, armado con un cuchillo, trató de despojar de sus pertenencias a uno de ellos. Los ciclistas aseguran que después de los hechos recibieron amenazas de muerte.
No es la primera vez que se conoce de robos en esta zona, los usuarios de la vía al mar padecen desde hace mucho el acoso de los atracadores, pero sí es la primera ocasión en la que se reporta un linchamiento asociado a este problema.
Si bien se trata de una acción injustificable e indamisible, es claro que la falta de acción de las autoridades contra los delincuentes tarde o temprano termina impulsando a las víctimas a asumir su defensa, algo muy peligroso, pues se puede caer en excesos como el linchamiento del supuesto atracador.
El pasado fin de semana fueron muy pocos los ciclistas que se vieron en la vía al mar, las amenazas los ahuyentaron, pudo más la capacidad de intimidación de quienes anunciaron venganza que los anuncios de protección hechos por la Policía.
En este complejo tema la mayor cuota de responsabilidad la tienen las autoridades, que siempre le han dado un manejo reactivo, aparecen después de un atraco y a los pocos días le dejan de nuevo el camino libre a los delincuentes; es muy grave que se le dé este manejo a una situación que, como se vio con el linchamiento, puede escalar a un problema de violencia mayúsculo.
La Policía tiene que tomarse la via al mar y brindar la seguridad necesaria para que los caleños se apropien de este espacio, que no se puede convertir en otra frontera invisible.
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