Es innegable el buen comportamiento vial que se logra en los cruces y tramos que son monitoreados.

Por incómodas que para algunos resulten, hay que reconocer que las cámaras de fotodetección de infractores de tránsito en Cali han cumplido su cometido, pues, por lo menos en los cruces vigilados por estos aparatos se observa un mejor comportamiento de los conductores. Igualmente ocurre en los tramos en los que se controla la velocidad, pues se respetan los límites establecidos por las autoridades de tránsito.

Por eso el anuncio de la instalación de otras 18 cámaras que se sumarán a las 46 que ya operan es una buena noticia para la ciudad, pues implica que en los nuevos puntos monitoreados habrá un mejor comportamiento de motociclistas y automovilistas.

Los detractores de las fotomultas las cuestionan porque se trata de un negocio que se nutre del mal comportamiento ciudadano, pero quienes así piensan tienen en sus manos la solución: respetar las normas de tránsito, así nunca tendrán que pagar una multa por pisar la cebra, cruzar el semáforo en rojo, exceder el límite de velocidad, violar el pico y placa, no tener vigente el soat o no estar al día con la revisión técnico mecánica.

Hay que llenar la ciudad de cámaras de foto detección y contar con más equipos de fotomultas móviles para combatir a los mal parqueados, que tanto afectan la movilidad generando trancones u ocupando espacios peatonales.

Esto, además de reducir accidentes ordena el tráfico de la ciudad. A un ciudadano respetuoso de las normas viales, no tendrá porqué molestarle que haya una cámara en cada cruce de alto tráfico.

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