Cali, julio 15 de 2025. Actualizado: martes, julio 15, 2025 19:35
El más reciente caso de ataque con ácido a una mujer, registrado el pasado viernes en Cali, es una nueva señal de la preocupante, peligrosa y creciente tendencia a este tipo de agresiones pasionales.
Si bien el Congreso de la República endureció las penas para los autores de este tipo de delitos, que pueden ser condenados hasta a 20 años de prisión, se requiere un trabajo que vaya mucho más allá del merecido castigo, y socave las razones socioculturales que llevan cada vez a más hombres a incurrir en esta práctica abominable.
¿Qué incidencia tiene el machismo y la cultura mafiosa en quienes cometen este tipo de ataques? ¿Cómo se puede trabajar desde la sicología social para borrar del colectivo la errada concepción de quienes ven a su pareja como una propiedad y reaccionan violentamente ante un desplante o una infidelidad?
Se trata de un fenómeno complejo, que debe ser comprendido para contrarrestarlo también desde la pedagogía y la cultura, pues ni siquiera el endurecimiento de las penas ha logrado frenar este tipo de agresiones. ¿Son crímenes por imitación contagiosa? Si es así, ¿tienen claro las autoridades qué se debe hacer para evitar la reproducción de estos ataques?
Ojalá no ocurra lo mismo que pasó con fenómenos como el de las pandillas o el del matoneo escolar, a los que se les prestó atención cuando ya estaban desbordados, y que hoy siguen siendo tratados sólo desde el punto de vista coercitivo, que es necesario, pero no suficiente, y debe complementarse con un componente de sicología social.
Sólo en Cali, en lo corrido del año, se han presentado tres casos de agresiones con ácido, y aunque frente a otros delitos los ataques con sustancias corrosivas pueden parecer menores, por el impacto físico y, sobre todo, sicológico que causa en las víctimas y también en sus familias, merece especial atención.
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