Cali, marzo 26 de 2025. Actualizado: miércoles, marzo 26, 2025 21:31
El pasado sábado, 15 de octubre, cientos de personas comenzaron a hacer fila pasadas las 6:00 A.M. en las afueras de la Universidad del Valle, en el sur de Cali, para participar en el diálogo regional vinculante convocado por el presidente Gustavo Petro, que estaba programado para las 8:00 A.M.
Sin que importara la lluvia, pues estaban a la intemperie, ciudadanos provenientes de 27 municipios vallecaucanos y de diferentes sectores sociales, gremiales y políticos, esperaron pacientemente la llegada del jefe de Estado durante toda la mañana, pero, hacia el mediodía, cuando no había noticias de él, algunos comenzaron a abandonar el lugar. Finalmente, el mandatario llegó después de las 2:30 al lugar de la convocatoria.
Si bien es una falta de respeto que los ciudadanos tengan que esperar más de seis horas, más grave aún es que estas situaciones, al igual que las cancelaciones a última hora, sean frecuentes en la agenda del Jefe de Estado, razón por la que ya generan no sólo malestar, sino también dudas, pues han dado lugar a toda serie de rumores que no vale la pena replicar aquí, pero que sí ameritan una revisión del manejo del tiempo por parte del presidente.
Si es un problema de impuntualidad, es grave, pues deja mucho qué desear sobre la organización interna del gobierno y el manejo del mismo. La impuntualidad refleja desorden.
Pero si las repetitivas llegadas tarde y las ausencias de Petro en eventos en los que se le espera están relacionadas con problemas de salud, es más grave aún.
Si es lo primero, el presidente debe ofrecer una disculpa y comprometerse a respetar el tiempo de los demás, y si es lo segundo, el país tiene derecho a saberlo, pues se trata de un asunto de Estado.
Foto: Presidencia de la República
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