Cali, mayo 16 de 2025. Actualizado: jueves, mayo 15, 2025 22:45
Es 20 de julio, día en el que se conmemoran 211 años del grito de independencia de Colombia, y contrario a otras fechas, cuando en las principales ciudades del país se preparan vistosos desfiles militares para celebrar el inicio de la gesta libertadora, hay tensión y miedo en los centros urbanos, pues, con el antecedente de los recientes hechos de violencia y bloqueos ligados a las manifestaciones del paro nacional, preocupa que la jornada de protestas convocada para hoy termine mal.
La fecha que simboliza el inicio del proceso que nos dio independencia y unidad como república no puede convertirse ahora en el símbolo de lo contrario, es decir, de la división y la confrontación entre colombianos; por eso, el reto para todos, quienes saldrán a protestas y quienes no, y para las autoridades, es demostrar que las diferentes visiones de país pueden convivir pacíficamente y que esas diferencias se pueden expresar sin dañar a nadie y con todas las garantías.
Hay que avanzar en el diálogo, en la escucha activa y en construcciones colectivas, y para que esto se dé, se necesita un clima de confianza en el que, de un lado, se manifiesten las inconformidades sin vandalismo ni violencia y, del otro, se garantice el derecho a la protesta pacífica.
En ese sentido, es necesario rechazar cualquier interferencia que pueda enrarecer el ambiente e incitar a la violencia, pues tanto la infiltración por parte de organizaciones ilegales que buscan estimular el caos, como la de ciudadanos que se atribuyen facultades exclusivas de las autoridades, sólo sirven para profundizar las divisiones y deslegitimar la protesta.
Lograr que este 20 de julio sea una jornada en paz puede generar confianza de nuevo en que se puede protestar de manera pacífica y ponerle fin a esa zozobra permanente que hace que ciudadanos de un mismo país se vean como enemigos.
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