¿”Popeye” debía pagar más años de cárcel?

miércoles 27 de agosto, 2014

El caso de ‘Popeye’ debe llevar a una reflexión profunda sobre las penas y su aplicación en algunos casos.

El regreso a la libertad de Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias ‘Popeye’, confeso jefe de sicarios de Pablo Escobar Gaviria, amerita una reflexión profunda sobre las penas que se imponen en Colombia a los autores de múltiples crímenes.

Algunos consideran que los 22 años de prisión que cumplió ‘Popeye’, las dos terceras partes de su condena, son poco para alguien que admite haber asesinado directamente a cerca de 250 personas.

Es evidente que buena parte de la sociedad no se siente resarcida, pues la pena no es proporcional al daño ocasionado, así como es comprensible que haya preocupación porque un delincuente de tan alto nivel de peligrosidad esté de nuevo en la calle.

Mucho o poco, la pena cumplida por el jefe de sicarios de Escobar está basada en la legislación vigente, y, aunque las familias de sus víctimas reclamen más años de prisión para él, legalmente no hay nada que hacer. De allí que sea necesario valorar una reforma que contemple el endurecimiento de las sanciones para este tipo de delincuentes, que en nuestro país no son escasos.

Hay países en los que los autores de crímenes tan graves como los de ‘Popeye’ no reciben beneficios de excarcelación así confiesen y tengan buen comportamiento en prisión. En otros quienes cometen múltiples homicidios acumulan sus penas, reciben una por cada crimen cometido, o son condenados a cadena perpetua.

Colombia parece ir de mal en peor en esta materia: Velásquez Vásquez pagó 22 años por 250 muertos; los jefes paramilitares, condenados a penas de entre siete y nueve años, por múltiples masacres, están a punto de salir libres; y ahora un sector de la clase política pretende que los cabecillas de las FARC, que han dejado tantas o más víctimas que los anteriores, no paguen ni siquiera una pena simbólica. ¿Qué tipo de mensaje se le está enviando a la sociedad?