Peajes urbanos

viernes 22 de agosto, 2014

La creación de peajes urbanos, contemplada dentro del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, POT, de Cali, que cursa trámite en el Concejo Municipal, debe mirarse sin apasionamientos.

Si bien a primera vista, como todas las iniciativas que tocan el bolsillo ciudadano, la propuesta ha generado polémica, si se analiza en el largo plazo, se entiende su utilidad en una ciudad que día a día aumenta su parque automotor y no está en capacidad de actualizar su capacidad vial al mismo ritmo.

Es claro que en las actuales condiciones Cali no requiere peajes urbanos para reducir el tráfico automotor. Es claro también que la administración municipal, a través de las dependencias que tienen que ver con el tema, debe hacer todo lo posible para que no sea necesario llegar a establecer esta carga para los conductores, pero la ciudad debe pensarse a futuro, y el POT es una norma para los próximos quince años.

En ese sentido, Cali debe contar con herramientas que, en caso de que sea necesario hacer una mayor regulación vehicular, permita controlar el flujo de carros en aquellos puntos del área urbana en los que se presente mayor congestión.

Desde 1975, cuando empezaron en Singapur, los peajes urbanos han permitido no solo regular el número de vehículos en zonas de alto tráfico y contaminación, sino que se han convertido en medios de financiación de obras viales.

Oslo, en Noruega; Londres, en Inglaterra; Roma, en Italia; Estocolmo, en Suecia; y Edimburgo, en Escocia, son algunas de las grandes ciudades del mundo que utilizan esta herramienta de regulación vial.

Desde luego, si llega el momento en que Cali requiera peajes urbanos, será necesario contar con un mejor transporte público y ampliar la oferta de parqueaderos, para brindarle otras alternativas a los conductores que prefieran dejar su vehículo guardado antes de parquear.