Hay que cuidarse de tomar medidas que validen las actividades ilegales como alternativas de vida

¿Paz sin economía?

Editorial

viernes 9 de septiembre, 2022

Ahora que el gobierno nacional habla de paz total, vale la pena reflexionar sobre el importantísimo papel que juega la economía legal en el propósito de reducir la criminalidad de todo tipo y avanzar hacia un país pacífico.

Los grandes generadores de violencia en Colombia son grupos dedicados a todo tipo de actividades ilícitas; las masacres, los desplazamientos y las disputas por el control territorial tienen origen en el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, que son grandes y lucrativas industrias criminales.

Se calcula que el narcotráfico mueve al año cerca de $70 billones en Colombia y para la minería ilegal se calculan ingresos similares.

Estas cifras, sin contar otros renglones de la criminalidad, indican el tamaño de la economía ilícita en nuestro país.

En ese contexto, el debilitamiento de la economía formal conduce directamente al crecimiento de la informal, que aprovecha los vacíos de autoridad y la necesidad de la gente para expandirse.

Por lo anterior, una política de paz total debe contemplar el fortalecimiento de la economía formal como componente fundamental, para brindar, a través del empleo digno, alternativas que impidan que el mundo del crimen sea visto como una alternativa.

Por eso, preocupa que, paralelamente a la propuesta de paz total, el gobierno colombiano envíe mensajes que desalientan el crecimiento de la economía legal y que adopte medidas que golpeen al aparato productivo, principal fuente del empleo formal y de los ingresos del Estado.

La decisión de frenar la exploración de gas y petróleo, que tarde o temprano terminará en el fin de la explotación de estos recursos que tantos ingresos generan para el país, así como la inminente aprobación de una reforma tributaria que eleva las cargas de las empresas y grava hasta las obleas, pueden generar una crisis económica de tal magnitud que termine empujando a miles de colombianos hacia la ilegalidad.

La paz necesita una economía legal fuerte.

Foto: Fuerza Naval del Pacífico