¿Paz con armas?

No tendría sentido una negociación con las Farc si sus armas no son entregadas y fundidas.

Las declaraciones de alias “Iván Márquez” en la entrevista concedida a Noticias Uno volvieron a sembrar pesimismo frente al proceso de paz. El jefe de la delegación de las Farc en La Habana reiteró que al final de las negociaciones ningún subversivo debe ir a prisión (“Para los guerrilleros, cero cárcel”, dijo) y reiteró que el grupo ilegal no entregará las armas.

¿Cuál sería el sentido de negociar con la guerrilla, si al final del acuerdo no se entregan las armas? “Iván Márquez” y su gente no pueden pretender que la sociedad colombiana les otorgue beneficios judiciales y políticos sin que ellos estén dispuestos a dar nada a cambio.

Si las Farc pretenden incorporarse a la vida civil deben romper por completo con la ilegalidad, y permitirles que mantengan las armas sería condenar al país a vivir con una amenaza latente, en otras palabras, no tendría ningún sentido un acuerdo con la guerrilla si su armamento, tal y como ocurió en procesos de paz anteriores, no es entregado y fundido como prueba de cumplimiento y como símbolo de lo que nunca debió ser.

A estas alturas de los diálogos, que en marzo cumplirán dos años y cinco meses, declaraciones como las de “Iván Márquez” sólo sirven para estimular la polarización en torno al proceso de paz y para poner en duda la pertinencia de seguir adelante con una negociación que, en las condiciones planteadas por los guerrilleros, les sirve a ellos, mas no al país.

Sin justicia, sin reparación a las víctimas y sin entrega de armas, ¿para qué el proceso de paz? Esos puntos a los que las Farc les están haciendo el quite son precisamente los factores claves para que la negociación conduzca a la reconciliación nacional.

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