Es difícil comprender cómo se permite que algunas EPS funcionen

Otra vez Medimás

Editorial

domingo 5 de mayo, 2019

Aquí no hay que hablar solo de esta EPS, hay que analizar a fondo todo el sistema de salud y tomar decisiones.

Empezó a correr el plazo fijado por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca a la Superintendencia Nacional de Salud para que reubique a los 3.9 millones de afiliados de Medimás en otras EPS.

La decisión se desprende de una acción legal interpuesta en 2016 en la que se argumenta que Cafesalud, hoy Medimás, carecía de médicos, clínicas y hospitales suficientes para atender a todos sus afiliados, razón por la cual ponía en peligro el derecho colectivo a la salud.

Al revisar el tema, resulta difícil comprender cómo se permite que algunas EPS funcionen, si las condiciones a las que someten a sus pacientes y también a sus trabajadores, son completamente inhumanas.

En el caso particular de Medimás las autoridades competentes tienen una alta cuota de responsabilidad, pues no tomaron medidas para que la venta de Cafesalud representara una transformación real. Fue simplemente un negocio, en el que la suerte de los pacientes y el personal médico no pesó.

Por eso ahora, cuando no se han cumplido ni siquiera dos años de la venta de Cafesalud a Medimás, la situación de la EPS es crítica y los usuarios padecen problemas iguales o peores a los que sufrían en el 2017, cuando se dio la venta.

Y todo esto ocurre porque los problemas del sistema de salud colombiano son estructurales y no se solucionan cambiando el nombre de las EPS y pintando sus fachadas.

A raíz del caso Medimás el Gobierno Nacional debería tomar la decisión de no darle más largas a la reforma a la salud.

Es hora de definir qué sistema puede financiar el país en las mejores condiciones posibles para la gente.