En una ciudad donde las muestras de indisciplina son comunes, se requieren acciones de autoridad que recuerden que violar normas tiene consecuencias, sobre todo si el mal comportamiento de algunos ciudadanos pone en riesgo la salud de muchos. Por eso resulta importante el ejercicio de control encabezado por el propio alcalde Jorge Iván Ospina con el grupo “Caza Covid” para detectar, detener y judicializar a quienes han sido diagnosticados con coronavirus y aún así incumplen el aislamiento obligatorio.

¿Acaso a estas personas no les importa ser transmisoras de una enfermedad que puede causar muertes? Ese nivel de inconsciencia amerita acciones contundentes como las implementadas por Ospina, pues, además, sirven como ejemplo para quienes tengan la tentación de salir a la calle, pese a haber sido diagnosticados con Covid-19.

Se equivocan quienes, al ver las imágenes de un operativo en el que fue capturado un contagiado que infringió la cuarentena, califican la acción como un show.

Por el contrario, hay que respaldar al Alcalde en este tipo de acciones, encaminadas a proteger la salud de todos los caleños. Para que la ciudad pueda retomar poco a poco sus actividades productivas, sin que represente riesgo para quienes salen a trabajar, es necesario garantizar que las personas disgnosticadas con Covid-19 o sospechosas de tener el virus permanezcan aisladas.

En ese sentido, hay que respaldar decisiones como la suspención de algunas paradas del Masivo Integrado de Occidente, MIO, en puntos de la ciudad con alta probabilidad de contagio, pues por incómodas que sean para algunos, son pensadas por el bienestar de todos.

A los ciudadanos que se quejan por la modificación repentina de algunas medidas, hay que invitarlos a entender que la ciudad debe ajustarse a la evolución del contagio; ahí cada uno debe asumir la responsabilidad de estar informado.

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