Cali, marzo 20 de 2023. Actualizado: viernes, marzo 17, 2023 17:12
Si el profesor acata el fallo en su contra y reconoce su error, le haría un gran bien al país.
“Dura lex, sed lex”, dura es la ley, pero es la ley, traduce esta frase que encierra un principio del derecho romano que se mantiene vigente hasta hoy y que hace referencia a que las normas legales deben ser apliicadas sin ningún distingo.
Esta máxima del derecho aplica perfectamente a lo que está ocurriendo en el caso de Antanas Mockus, cuya elección como senador de la República fue anulada por el Consejo de Estado. En resumen, el alto tribunal encontró que el reconocido político y académico estaba inhabilitado para ser elegido congresista porque durante los seis meses previos a las votaciones de marzo suscribió contratos con el Estado, como representante legal de Corpovisionarios.
Mockus no es ni el primero ni el último congresista cuya elección es anulada por esta causa, que también ha sacado de sus curules a muchos concejales y diputados en municipios y departamentos de todo el país. La norma no es nueva, y aunque quienes interpusieron la demanda contra el senador más votado de la Alianza Verde tengan intereses políticos, legalmente tienen la razón.
Por eso, si bien tiene derecho a interponer los recursos que considere, lo que se esperaría de Antanas Mockus, que es el principal promotor de la idea de que “no todo vale”, es que acepte el fallo y reconozca que se equivocó al inscribirse como candidato al Senado de la República estando inhabilitado.
No hacerlo alimenta la idea de una persecución política que tanto ha indignado a muchos seguidores del profesor, quienes, por apasionamiento y desconocimiento de las normas, repiten que todo esto es una trampa contra él.
Por carismático que sea Antanas Mockus, la ley aplica igual para él que para cualquier otro colombiano, y acatarla y reconocer su error, sería un valiente acto pedagógico de su parte.
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