Cali, marzo 28 de 2024. Actualizado: jueves, marzo 28, 2024 00:21
Son cada vez más los gobiernos que adoptan medidas para desestimular los elementos plásticos de un solo uso. Es tan evidente el daño que estos objetos le ocasionan al medio ambiente, que se ha despertado una creciente conciencia frente al tema.
Los datos no necesitan explicación: se calcula que cada año llegan al mar cerca de ocho millones de toneladas de plástico, la gran mayoría elementos desechables, que podrían ser reciclados, pero que, por un mal manejo, terminan en vertederos a cielo abierto o son arrojados a las fuentes hídricas.
A mediados del Siglo XX el plástico empezó a producirse a gran escala, lo que dio paso a la proliferación de artículos de “usar y tirar”, elementos desechables que facilitaron la vida, pero que hoy, ante su uso masivo e irresponsable, se convirtieron en una amenaza para la vida del planeta.
En ese sentido, además de la prohibición de elementos plásticos de un solo uso, es necesario promover desde la educación un cambio en el estilo de vida que valore el impacto ambiental, es decir, una sociedad en la que se descarten los productos y las prácticas que afecten los ecosistemas y ocasionen cualquier tipo de contaminación.
No hay que esperar a que los gobiernos y los congresos prohíban o regulen las actividades y los elementos que le hacen daño al medio ambiente, cada persona puede tomar la decisión y asumir el compromiso de ser responsable con el planeta.
No se trata solo de dejar de utilizar pitillos, platos, vasos, bolsas y demás elementos desechables, sino también de reciclar en la fuente, de darle un uso racional al agua y de no utilizar productos ni sistemas de transporte que afecten la calidad del aire. El cambio debe iniciar en cada persona.
Fin de los artículos
Ver mapa del sitio | Desarrollado por: