Cali, marzo 22 de 2023. Actualizado: miércoles, marzo 22, 2023 10:31
La sociedad debe rechazar este tipo de conductas, que son un pésimo ejemplo.
El video de una motociclista que arremete de manera violenta contra dos guardas de tránsito en Cali es el reflejo de varios problemas que aquejan a nuestra sociedad: los altos niveles de agresividad, el irrespeto a la autoridad y la indolencia de la gente.
¿Qué llevó a una ciudadana, requerida por incumplir una norma de tránsito, a reaccionar de tal forma contra los representantes de la autoridad? ¿Por qué las personas que estaban alrededor, en lugar de intervenir, se convirtieron en espectadoras del vulgar espectáculo e incluso algunas estimularon la agresión?
Hechos como éste, además de las sanciones legales a las que haya lugar, ameritan una contundente sanción social, pues nuestro país, que ha vivido décadas de violencia, no puede admitir ni mucho menos estimular la agresividad y el desconocimiento de la autoridad, cuando lo que se necesita en nuestras caóticas ciudades, por el contrario, es poner orden.
Hechos como el caso en cuestión deben llevar a las autoridades de tránsito a intensificar los controles, de ser posible con retenes en los que haya presencia de la Policía, pues en Cali la laxitud frente a las infracciones de tránsito se ha convertido en un estímulo para el desorden, al punto que entre quienes son requeridos por violar las normas se dan reacciones como la que motivó este editorial, que no es la primera que se presenta en la ciudad.
De fondo, como sociedad, vale la pena hacer una reflexión sobre la forma en la que los individuos administran los conflictos y las situaciones de tensión, para emprender acciones pedagógicas encaminadas a promover el respeto por el otro, el acatamiento de las normas y el diálogo como principios fundamentales de convivencia.
Fin de los artículos
Ver mapa del sitio | Desarrollado por: