El gobierno del presidente Juan Manuel Santos quedó en deuda con las regiones y el Valle del Cauca no es la excepción, por eso, por estos días en que los candidatos presidenciales visitan el departamento en busca de votos, vale la pena recordarles los grandes pendientes que tiene la Nación con la región, a ver si se comprometen a trabajar por solucionarlos.

El principal foco de las promesas electorales cada cuatro años es Buenaventura, que al mismo tiempo es el claro ejemplo de los incumplimientos; campaña tras campaña los candidatos presidenciales de turno se rasgan las vestiduras ante el abandono histórico que vive la ciudad puerto, pero el tema muere cuando pasan las elecciones y es revivido convenientemente cuando se necesitan los votos de los porteños.

Ligados a Buenaventura hay dos temas de impacto regional y, sobre todo nacional, con gran impacto en la competitividad: la obra de la doble calzada, que puede ser el proyecto de infraestructura de más lenta ejecución en la historia reciente de Colombia, y el ferrocarril, un gran pendiente para ponernos a tono con el comercio mundial.

El Valle, además, necesita el acompañamiento del Gobierno Nacional en materia social, pues como departamento receptor de migrantes de todo el suroccidente del país tiene una mayor demanda en áreas como salud, educación, empleo y seguridad.

En este último punto es clave el compromiso del próximo presidente de la República con Cali, pues si bien en la ciudad se vienen haciendo ingentes esfuerzos para reducir la inseguridad, las cifras siguen siendo preocupantes. El Municipio necesita el acompañamiento de la Nación, especialmente en recursos y en pie de fuerza, para devolverle la tranquilidad a los caleños.

Ojalá todos los candidatos se comprometan con Cali y el Valle y, lo más importante, que estén dispuestos a cumplir.

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