Cali, marzo 22 de 2023. Actualizado: miércoles, marzo 22, 2023 10:31
El grave daño económco que ocasiona taponar vías tendrá lamentables
consecuencias sociales.
El bloqueo de la carretera Panamericana y otras vías por parte de comunidades indígenas es una protesta bastante contradictoria, pues quienes la promueven esgrimen la lucha contra la pobreza como causa principal, pero con sus acciones están generando más pobreza.
El cierre de la Panamericana, que hoy completa ocho días, está ocasionando una grave afectación sobre la actividad económica de Cauca, Nariño y Putumayo, pero también lesiona a empresas de diferentes puntos del país que llevan sus productos a los departamentos que están sitiados o que, a través de estos, exportan hacia Ecuador.
¿Cuántos emprendimientos pueden quebrar por cuenta del bloqueo de las carreteras? ¿Cuántos despidos provocará esta parálisis en las empresas afectadas? ¿Cuántas familias que viven del comercio en las vías (restaurantes, estaciones de servicio, talleres, vulcanizadoras, hostales, etc.) están dejando de percibir ingresos para su sustento diario? ¿Cuántos campesinos que viven de lo que cultivan en su parcela no han podido salir a comercializar sus productos?
Las cifras hablan por sí solas: según la Cámara de Comercio de Popayán, por cada día de parálisis los gremios del Cauca pierden $250 millones; las pérdidas de los transportadores de carga ascienden a los $190 millones diarios y las de los transportadores de pasajeros a $150 millones por jornada.
Por lo anterior, es inevitable preguntarles a los líderes de los bloqueos si en algún momento han medido el grave daño que están ocasionando y cómo van a repararlo.
Al final, cuando se levante la protesta, posiblemente los indígenas habrán logrado, como en otras ocasiones, que el Gobierno Nacional acceda a algunas de sus peticiones, ¿pero quién responderá por las millonarias pérdidas ocasionadas por los bloqueos y por todas las consecuencias sociales derivadas de estos?
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