No puede ser que escudadas en el derecho privado, estas entidades hagan fiesta con recursos públicos y de los trabajadores..

La sanción impuesta por la Procuraduría General de la Nación a Felicce Grimoldi por violación al Código único disciplinario en su condición de director general de la caja de compensación familiar Comfenalco Valle y las irreguilaridades halladas por la Contraloría General de la República en la caja de compensación Comfandi son motivos suficientes para que se abra un debate nacional sobre las funciones que cumplen estas entidades, que administran recursos públicos y de los trabajadores.

En el caso de Comfenalco, el Ministerio Público encontró que se hizo uso indebido de subsidios familiares liquidados y no cobrados y que se pagaron millonarios viáticos por conceptos no permitidos en las normas que regulan la utilización de los recursos parafiscales que administran las cajas de compensación. Estos hallazgos le valieron a Felicce Grimoldi una inhabilidad por diez años para ocupar cargos públicos; como la decisión, que es de primera instancia, no incluye destitución porque no se trata de un funcionario del

Estado, el sancionado podrá continuar al frente de su cargo.

El año pasado estalló un escándalo cuando se conoció de las millonarias bonificaciones autorizadas para Grimoldi y otros directivos de esta entidad.

En el caso de Comfandi, las irregularidades denunciadas por la Contraloría tienen que ver, entre otras, con el exceso en los gastos administrativos y de funcionamiento, que no deben superar, según la ley, el 8% de los aportes parafiscales y llegan al 19%.

¿Por qué los aportes de los parafiscales, que tienen como objeto mejorar la calidad de vida de los trabajadores, terminan alimentando burocracia? Es necesario revisar el modelo de las cajas de compensación familiar para evitar que esto siga ocurriendo y, en el caso de los recursos públicos que éstas administran, el manejo debe ser asumido por el Estado, que tiene entidades y personal de sobra para que lo hagan.

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