Cali, febrero 19 de 2025. Actualizado: miércoles, febrero 19, 2025 10:37
La verdad es un componente fundamental dentro de un proceso de paz, no puede haber reconciliación si sobre la mesa de diálogo las partes, muy especialmente quien está en la ilegalidad, no admite abiertamente sus faltas, pues al no hacerlo la negociación se mancha con un inconveniente sabor a impunidad y pierde credibilidad y respaldo ciudadano.
Por eso, al escuchar a los voceros de la guerrilla de las Farc, que ayer hablaron desde La Habana, Cuba, sobre las negociaciones de paz que iniciarán con el Gobierno de Colombia dentro de un mes en Noruega, preocupa que no admitan su responsabilidad en delitos en los que su autoría está más que probada.
En resumen, los voceros guerrilleros dijeron que no tienen nada que ver con el narcotráfico, pese a que no hay duda de que este negocio es el motor del grupo armado ilegal; también sostuvieron que no tienen secuestrados en su poder, aunque los organismos de inteligencia del Estado y entidades como la fundación País Libre reportan todo lo contrario, y además hay ciudadanos que aseguran que tienen a algún familiar privado de la libertad por parte de la agrupación subversiva.
Este tipo de posiciones de las Farc empiezan a restarle credibilidad al proceso, pues lo que el país espera es que la guerrilla asuma responsabilidades y, como gesto de buena voluntad y muestra de compromiso con la paz, libere sin condición alguna a los secuestrados que tenga en su poder y renuncie al narcotráfico, no de palabra, sino de hecho, entregando información de las rutas y de sus aliados en el negocio.
La guerrilla es terrorista, secuestradora, extorsionista y narcotraficante, y es precisamente por eso que el Gobierno Nacional está buscando un acuerdo de paz; si los que secuestran, boletean, ponen bombas y trafican droga son otros y no las Farc, entonces es con esos otros con quienes hay que negociar.
Ojalá las declaraciones que entregaron ayer los cabecillas guerrilleros no sean el presagio de una nueva serie de evasivas y mentiras. Si ese va a ser su discurso, será difícil que haya acuerdo de paz.
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