Las campañas de seguridad alimentaria emprendidas por alcaldías, gobernaciones, el Gobierno Nacional y varias entidades privadas y ONG’s es clave para contener el avance del coronavirus en Colombia, pues solo si tienen garantizada la comida para sus familias, los miles y miles de trabajadores informales que hay en nuestro país podrán quedarse en casa; si, por el contrario, el hambre los acosa, ni siquiera el riesgo de contraer el Covid-19 o el anuncio de multas que no tienen con que pagar los obligará a cumplir el aislamiento.

En ese sentido, la seguridad alimentaria de las familias que dependen de trabajos informales y de negocios independientes está diréctamente relacionada con la salud de todos, pues logrando que estas personas se queden en sus casas, se reducirá la posibilidad de contagio para ellos y sus familias y para todos aquellos con quienes interactuarían si anduvieran normalmente en la calle.

Por eso, es necesario que la entrega de mercados funcione de la mejor manera posible, que se entreguen oportunamente a quienes los necesitan y que las raciones contemplen el número de personas de cada hogar y cubran el tiempo que dure el aislamiento obligatorio.

Estos recursos, tanto los públicos, como los donados dentro de las campañas de solidaridad, deben manejarse con total transparencia y con eficiencia, pues de su buen manejo depende en gran medida el éxito de la cuarentena. Además, si es necesario prorrogar el aislamiento, programado inicialmente hasta el 13 de abril, será indispensable mantener el aprovisionamiento semanal para las familias que se quedaron sin ingresos por cuenta de la emergencia sanitaria.

Comments