Los promotores del paro nacional, que tienen programada una nueva jornada de movilizaciones para este mes, deben leer muy bien lo que opinan los colombianos frente a las protestas y la forma en la que éstas se realizan.

Según el Poll Gallup, estudio que consultó la opinión nacional sobre diferentes temas, el 67% de los colombianos está de acuerdo con que se realicen protestas públicas, el desacuerdo de la gran mayoría tiene que ver con la forma en que se adelantan esas manifestaciones.

Lo que espera el 95% de los encuestados es que quienes participen en dichas protestas “se reúnan en sitios públicos y protesten de manera pacífica”, es decir, sin que implique alteraciones ni traumatismos ni mucho menos agresiones para quienes no hacen parte de sus actividades.

Claramente, la gran mayoría de los colombianos no valida los excesos cometidos en las jornadas convocadas por el comité del paro, con bloqueos, vandalismo y agresiones a la Fuerza Pública, y espera que el desacuerdo se manifieste de manera civilizada. La misma encuesta reveló que el 75% de los colombianos está en desacuerdo con que los manifestantes cierren vías o carreteras.

Ojalá los miembros del comité nacional del paro analicen este estudio de opinión, pues el pueblo al que dicen representar, sin que hayan sido elegidos para ello, no avala sus métodos.

Si a esto se suma el amplio respaldo (del 67%) a la intervención del Esmad en las movilizaciones que afecten a otros ciudadanos, se entienden las motivaciones de quienes piden reglamentar la protesta social.

No se trata de satanizar la protesta, sino de evitar que el derecho ciudadano a manifestar la inconformidad, sino de evitar que se convierta en un instrumento para justificar el caos y la violencia.

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