Cali, marzo 21 de 2025. Actualizado: jueves, marzo 20, 2025 21:34
¿Cómo canalizar positivamente la energía de los jóvenes en Colombia? Esa es una pregunta que la sociedad debe formularse en busca de respuestas y acciones inmediatas. El vigor demostrado durante el paro es una señal de una generación llena de fuerzas y de ganas, fuerzas y ganas que pueden llegar a ser tan positivas como negativas, dependiendo de la manera en la que la sociedad las estimule.
Con la misma facilidad con la que muchos jóvenes destruyeron, también otros se organizaron, convocaron, y dialogaron. Ahora, en una nueva fase, le corresponde a los gobiernos, a los líderes de lo público y de lo privado y a la sociedad en general, definir qué tipo de jóvenes quiere.
La respuesta es obvia, se quieren jóvenes que le aporten a la sociedad y, para ello, es necesario que esa misma sociedad les dé las herramientas para que su energía contribuya al desarrollo de todos, herramientas que no son otra cosa que oportunidades.
Muchos de los jóvenes que participaron en las protestas son importantes líderes en sus comunidades, donde promueven la cultura y el trabajo social, dentro de las limitaciones de su entorno, pero que podrían aportar mucho más a su gente, a su ciudad y a su país si tuvieran esas oportunidades educativas y laborales que reclaman.
Así como se debe judicializar a los que sembraron violencia, paralelamente hay que potenciar el liderazgo de los jóvenes de los barrios populares, donde el talento abunda en la misma proporción de las necesidades. Hay que diferenciar a quienes están destruyendo de quienes están construyendo, y construir con ellos.
Este es un momento decisivo: o la sociedad incorpora a los jóvenes para que hagan parte del desarrollo, o los deja expuestos a la seducción de la ilegalidad.
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