La tendencia mundial en materia de movilidad está orientada a proteger a los actores viales más vulnerables.

La discusión suscitada en torno al semáforo peatonal instalado en la Calle 5 con Carrera 6 demuestra la necesidad que tiene Cali de revisar en profundidad el tema de los cruces para transeúntes en las vías de alto flujo vehicular.

El debate no debe centrarse únicamente en preguntar dónde se requieren pasos peatonales, sino qué tipo de cruces se necesitan.

En el punto donde de instaló el semáforo en la Calle 5 hay un puente peatonal, pero, claramente, este paso elevado no es apto para personas con discapacidad visual ni con limitaciones de movilidad ni tampoco para adultos mayores.

En las redes sociales se encuentran por cantidades los comentarios de ciudadanos que critican la instalación de este semáforo peatonal, porque represa el tráfico automotor; la medida, sin duda, es impopular entre quienes se movilizan en vehículos particulares, pero, del otro lado, entre quienes deben cruzar a pie la Calle 5, es vista como un acierto, sobre todo entre quienes tienen algún impedimento o dificultad para utilizar el puente peatonal.

Este tema no se puede convertir en una disputa por las vías y el espacio público. En la pirámide de actores viales los peatones no solo son mayoría sino también los más vulnerables frente a accidentes, y por ello se les debe dar prioridad.

En otros puntos de la Calle 5, en la Avenida Roosevelt y en las autopistas Suroriental y Simón Bolívar hay déficit de pasos peatonales. En las discusiones sobre el tema se ha sugerido construir puentes con ascensores para la gente o pasos elevados para los automotores que permitan que los transeúntes crucen a nivel.

Si bien estas son buenas ideas, son demasiado costosas y la ciudad no tiene cómo financiarlas, por lo que los semáforos peatonales se erigen como la opción más viable.

Comments

Comparte esta noticia...

Facebook

Twitter

Linkedin